A la orden
Ante la detención domiciliaria que le fue dictada al expresidente y ahora exsenador Álvaro Uribe por la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia, es sabido que en el Centro Democrático están buscando mecanismos para mantener el liderazgo político del uribismo. De allí que el hijo del exmandatario, Tomás, haya entrado al Comité Programático. Incluso, en las toldas de esa colectividad se afirma que algunos de sus alfiles políticos que se encuentran hoy en la diplomacia ya se han puesto en la tarea de llamar a la cúpula partidista con el fin de indagar si es necesario que dejen embajadas y consulados para regresar al país y ponerse el “overol” político y proselitista.
3 hipótesis
Y hablando del uribismo, ya faltan apenas 19 meses para los comicios parlamentarios de marzo de 2022. Es decir, que en un poco más de año y medio todos los partidos tendrán que volver a las urnas para conservar sus escaños en el Senado y la Cámara ¿Quién será la cabeza de lista del Centro Democrático? Las hipótesis alrededor del tema son tres: una, si se cumplen los tiempos procesales, se espera que el caso del expresidente (siga en la Corte o pase a la Fiscalía) tiene que estar resuelto en menos de un año, razón por la cual, si es declarado inocente, podría liderar de nuevo la plancha parlamentaria, como en 2014 y 2018, la primera con lista cerrada y la segunda con voto preferente.
Uribe ¿logo?
La segunda opción es que sea Tomás Uribe el cabeza de lista, con el fin de jalonar el voto típicamente uribista y caudillista. Por lo mismo sería que se le incluyó en el Comité Estratégico del partido, pese a que el propio exmandatario había dicho tiempo atrás que esperaba que sus hijos no se metieran en la política porque era un oficio sacrificado y muy complicado. De hecho el propio Tomás Uribe dijo este miércoles que no aspiraba a cargos ni escaños. La tercera opción sería volver la cara del expresidente Uribe el logo del Centro Democrático (hoy es una silueta suya), ya que es muy posible que para el 2022 el voto preferente y las listas abiertas no apliquen, pues ese es uno de los principales cambios que proponen los proyectos de reforma política: la obligatoriedad de las listas cerradas.
Covid e invierno
Un grupo de epidemiólogos está analizando qué pasaría con la curva de contagio del Covid-19 si la pandemia no ha bajado de forma sustancial hacia finales de septiembre, cuando debe empezar a asomar la segunda temporada invernal de este año. Como se sabe, las lluvias son un factor disparador de las enfermedades respiratorias agudas, que terminan siendo un indicador de riesgo en caso de contraer coronavirus. La primera temporada invernal, entre abril y comienzos de junio, se caracterizó por una baja incidencia de estas enfermedades respiratorias, explicado porque la mayoría de los menores de edad estaba en sus casas, confinados, sin exponerse a las variaciones climáticas producidas por las bajas temperaturas y el clima marcadamente húmedo.