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Cada vez es más claro que el acto legislativo que instauró en Colombia la cadena perpetua para violadores, asesinos y secuestradores de niños, según lo aprobado la semana pasada al término de la segunda legislatura, tendrá un paso muy difícil por la Corte Constitucional. Incluso tres expresidentes del alto tribunal le dijeron a EL NUEVO SIGLO que la reforma podría caerse en el examen de exequibilidad. Algunos dirigentes han recordado que cuando comenzó el trámite de este proyecto el año pasado, indicaron que era mejor llevar el tema de nuevo a un referendo y no vía Congreso.
¿Y la cuarta?
Los acuerdos para la rotación en las mesas directivas de Senado y Cámara se van a cumplir al pie de la letra. Eso ya está claro con respecto a lo que será la tercera legislatura que comenzará el próximo 20 de julio, sin embargo no se sabe qué pasará en el cuarto y último periodo legislativo de este cuatrienio. Según un veterano parlamentario “… la campaña presidencial está empezando muy temprano y es posible que antes de terminar este año las rivalidades entre los partidos estén al rojo vivo y puede que los acuerdos políticos no se terminen cumpliendo”.
Todos quietos…
En los corrillos políticos se insiste en que algunos ministros le habían dicho al presidente Duque que solo lo acompañarían hasta la mitad o incluso los dos años y medio de su mandato, pero que luego darían un paso al costado para regresar a sus labores privadas o entrar en el juego político. Ahora se afirma que esos relevos ministeriales de mitaca ya no se darán por cuenta que se mantiene la emergencia sanitaria por el Covid-19. En ese orden de ideas, solo al final del año podrían verse renuncias en el gabinete.
Campaña uribista
Para nadie es un secreto que en el Centro Democrático están preocupados con la caída en la imagen positiva del senador y expresidente Álvaro Uribe. De hecho en esta sección se había adelantado hace dos semanas que los dirigentes del uribismo estaban pensando en impulsar una campaña mediática para respaldar al exmandatario y defenderlo de los ataques políticos y la coyuntura jurídica de las últimas semanas. Ya este fin de semana se publicó un aviso de página entera en un periódico de circulación nacional al respecto y se espera que pase lo mismo en otros medios regionales. Ya incluso se hacen cálculos políticos sobre el impacto electoral de un Uribe mal ranqueado en encuestas.
Nada de estatuto
Un detalle clave dentro del debate sobre la pertinencia de la Vicepresidencia en Colombia lo dio un asesor de un exconstituyente a un periodista de EL NUEVO SIGLO. “… Cuando el tema se planteó uno de los mayores temores era que terminara siendo un cargo incómodo para la tradición presidencialista del país y utilizado para maniobras de desestabilización política… Por eso se insistió en que cualquier función le debía ser delegada directamente por el Presidente… Sin embargo, se quería proyectar una especie de estatuto de la Vicepresidencia, pero no se concretó en la asamblea ni en el congresito”, afirmó.