“Matices” uribistas
Una alta fuente del Centro Democrático le dijo a un periodista de EL NUEVO SIGLO que en la reunión de la bancada realizada esta semana hubo “muchas opiniones distintas” frente a la gestión del presidente Iván Duque, “pues como todos los partidos en este también hay matices”. Explicó que varios parlamentarios reclamaron que si el Gobierno hubiera apoyado meses atrás proyectos impulsados por el uribismo, como el de la tercera prima para trabajadores de bajos salarios o el de tres días sin IVA, “muy seguramente” el clima social no se hubiera deteriorado y llevado a los paros de la última semana, que fueron “capitalizados” por la izquierda e incluso por los propios candidatos presidenciales en ciernes como Gustavo Petro y Sergio Fajardo.
Peros uribistas
También reveló la misma fuente uribista que se criticó el criterio “excesivamente fiscalista” del ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, a quien acusaron de ser el principal opositor de varias de las iniciativas con “alto impacto social” que estaba impulsando el Centro Democrático. Paradójicamente se trajo a colación que tanto Carrasquilla como la ministra de Trabajo, Alicia Arango, son considerados como “las cuotas uribistas más 1A” en el gabinete de Duque, pero también han sido los ministros a los que les ha tocado ponerle peros a las propuestas laborales uribistas, ya sea por su alto costo fiscal o por el impacto en la empresa privada, cuyos voceros han venido ganando eco en la Casa de Nariño, que busca a toda costa no desalinear una economía que puntea en crecimiento en América Latina.
Autocríticas uribistas
Pero no pararon allí los ecos de la reunión de bancada del Centro Democrático esta semana, en medio de la difícil coyuntura derivada de los paros y el anuncio de Duque en torno a iniciar una “conversación nacional”. Un parlamentario uribista, hablando off the record con varios reporteros políticos, dijo que había que tener “humildad” para hacer “autocrítica”. Se refería específicamente al que calificó como “error” de la bancada en torno a presentar proyectos sin ni siquiera alertar antes a la Casa de Nariño sobre su contenido, lo que luego lleva a que surjan contradicciones entre el Gobierno y el partido de gobierno. “… Nosotros mismos le damos el papayazo a la oposición y los críticos para que sobredimensionen los cortocircuitos”, precisó.
Diferencial semántico
Una alta fuente gubernamental reveló que no fue fácil encontrar el término exacto para ‘bautizar’ el “diálogo social” que el presidente Duque anunció tras las jornadas de paro de los últimos días. Al final se inclinó por la palabra “conversación”, ya que la misma no significa la obligación a una “negociación”, como lo está exigiendo el comité nacional del paro, pero sí la disposición a “escuchar”, que era, precisamente, lo que estaban pidiendo la gran mayoría de los jóvenes y los ‘cacelorazos’ que se manifestaron pacífica y masivamente.