Para 2020
Todo hace indicar que el Gobierno dejó para el próximo año la presentación del protocolo sobre el uso del glifosato en la aspersión aérea sobre los narcocultivos. De acuerdo con una alta fuente de la Policía, la confección del manual de procedimiento está en cabeza del Ministerio de Justicia, bajo el liderazgo de Margarita Cabello, en coordinación con los de Defensa, Ambiente y Salud primordialmente. La demora radica en que se están evaluando distintas alternativas sobre cómo llevar a cabo las fumigaciones, teniendo en cuenta aspectos como la ubicación del sembradío ilícito, su cercanía o no con centros poblados, la distancia con fuentes hídricas primarias u secundarias (es decir ríos o infraestructura de acueductos) y la diferenciación de los cocales frente a los cultivos ilícitos tradicionales. En ese orden de ideas, según trascendió, dependiendo de esas características mencionadas se determinaría el modelo de fumigación aérea a aplicar e incluso para algunos casos se descartaría esta técnica y se procedería a la erradicación manual forzosa.
Protocolo formal
Según la fuente policial consultada, ya en el pasado se aplicaban protocolos pero no de una forma predeterminada sino que los grupos antinarcóticos decidían sobre el terreno cómo proceder. “Ahora, en cambio, el protocolo sería formal, predeterminado, con instancias de aprobación ambiental previas y un monitoreo permanente de corto y mediano plazos para descartar, después de la fumigación, que los efectos colaterales sobre el medio ambiente, las fuentes hídricas, los habitantes de la zona y los cultivos de pancoger sean los menos posibles… Esto evitaría que las comunidades sean utilizadas por los grupos narcotraficantes como eje de presión para impedir las aperciones”, dijo a EL NUEVO SIGLO la fuente. Agregó que “para los sectores que se oponen a la fumigación con glifosato o cualquier otro herbicida, se estaría tomando la precaución en el protocolo que se está construyendo, de que tanto agentes de la Defensoría del Pueblo como de la Procuraduría General hagan parte de los mecanismos de vigilancia para garantizar que no se vean afectados los terceros”.
Previendo tutelas
Otras de las prevenciones que se está tomando para confeccionar este protocolo y cumplir lo ordenado por la Corte Constitucional meses atrás, cuando aclaró que el glifosato sí se podría utilizar pero bajo un esquema muy exigente, tiene que ver con la necesidad de blindar ese mecanismo al cien por ciento. Es seguro que tan pronto empiecen a aplicarse las nuevas reglas del juego para la utilización de herbicida en la fumigación aérea de los cocales se vendrá un alud de acciones de tutela y acciones populares que, acudiendo al principio de precaución, buscará bloquear esta herramienta, que es considerada por el Gobierno como un arma clave para seguir revirtiendo el crecimiento exponencial de los cocales en los últimos cinco años, que solo se vino a frenar ahora, en el mandato Duque.
Otras moléculas
Sin embargo, también trascendió que no solo sería el glifosato el que está bajo estudio para proceder al protocolo que debe ser presentado al Consejo Nacional de Estupefacientes para su respectiva aprobación. También habría otras composiciones químicas en evaluación para establecer su eficacia contra las matas de coca. Esas moléculas en realidad son compuestos derivados de la sustancia básica del glifosato, que han sido investigadas y desarrolladas en Europa ya que ese bloque multinacional está en vías de prohibir el uso de herbicida en pocos años, según las determinaciones de las instancias ambientales y agrícolas de la Unión Europea. Sin embargo varias de las nuevas variaciones moleculares todavía están en etapa experimental y no pueden ser utilizadas de forma masiva.