Cumbre contra desperdicio
Los días 10 y 11 de octubre la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en coordinación con el Departamento Nacional de Planeación de Colombia y los socios de la plataforma #SinDesperdicio, llevarán a cabo la Primera Cumbre Latinoamericana sobre Pérdidas y Desperdicios de Alimentos. El evento tendrá lugar en el Centro Internacional de Convenciones Ágora Bogotá. Participarán delegados de Costa Rica, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Uruguay, así como representantes de gobiernos locales, industria alimentaria, emprendedores, academia y cooperación internacional.
Cifras alarmantes
Los datos sobre este flagelo son alarmantes. Según datos de la FAO, a nivel global se pierden y desperdician 1.300 millones de toneladas de alimentos por año, es decir un tercio de los alimentos producidos para consumo humano. Ya en cuanto a América Latina y el Caribe, las cifras no son menos preocupantes, estimándose -según los organizadores de la cumbre- que hay niveles de pérdida y desperdicio cercanos al 34% de los alimentos producidos. Estos datos representan, según la FAO, 127 millones de toneladas o 223 kilogramos por persona por año. Este fenómeno tiene lugar a lo largo de toda la cadena de valor: producción 28%, procesamiento: 6%, manejo y almacenamiento: 22%, distribución y mercado: 17%, y consumo: 28%.
9,76 millones toneladas en Colombia
El desperdicio de alimentos en Colombia también es un fenómeno preocupante. Según un estudio realizado por el Departamento de Planeación Nacional, publicado en marzo de 2016, en nuestro país se pierden o desperdician 9,76 millones de toneladas de comida al año. Dicha cifra es alarmante puesto que representa el 34% del total de los alimentos que el país podría consumir durante un año, es decir que por cada 3 toneladas de comida disponible en Colombia, una tonelada va a la basura. Según Planeación, la pérdida se refiere a los alimentos que se dañan en las etapas de producción agropecuaria, poscosecha y almacenamiento y procesamiento industrial. Por otro lado, los desperdicios son los alimentos que se dañan en las etapas de distribución y retail y consumo. De acuerdo con los resultados, de las 9,76 millones de toneladas que se pierden o desperdician en el país, el 40,5% (3,95 millones toneladas) lo hacen en la etapa de producción agropecuaria, el 19,8% (1,93 millones de toneladas) se pierde en el proceso de poscosecha y almacenamiento, el 3,5% (342.000 toneladas) en los procesos de procesamiento industrial.
La nueva ley
Precisamente el Congreso tramitó en el primer semestre de este año un proyecto de ley para hacer frente a este problema. La norma -1990 de 2019- fue sancionada por el presidente Iván Duque a comienzos de agosto pasado, creando la primer política pública en nuestro país para prevenir la pérdida y el desperdicio de alimentos. La ley, de 19 artículos, brinda las herramientas necesarias para sensibilizar, formar, movilizar y responsabilizar a los productores, procesadores, distribuidores de productos alimenticios, consumidores y asociaciones a nivel local, departamental y nacional para realizar un manejo adecuado de los alimentos, priorizando como destino final el consumo humano. La ley prohíbe destruir alimentos aptos para el consumo humano y establece que los víveres que no se comercialicen puedan donarse a las organizaciones sin ánimos de lucro que atiendan a población vulnerable. Toda la política estará a cargo de la Comisión Intersectorial de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Cisan). Esta tiene seis meses -a partir de agosto pasado- para diseñar, formular e implementación la Política contra el Desperdicio de Alimentos formulando incentivos a los destinatarios de las medidas.