Factura electoral
En el Centro Democrático no todos están de acuerdo con que el partido se lance a la cruzada de impulsar el proyecto que establece la creación de la segunda instancia con efectos retroactivos para aforados condenados por la Corte Suprema de Justicia. Según trascendió, para algunos parlamentarios y dirigentes uribistas este es un asunto de honor para la colectividad, sobre todo de cara a personas como el exministro Andrés Felipe Arias, pero se pudo haber tramitado en el segundo tramo de esta legislatura, a partir de marzo, toda vez que hacerlo en estos momentos, en plena recta final de la campaña para los comicios de octubre, le puede pasar una costosa factura política al Centro Democrático.
Sonajero tempranero
En las toldas conservadoras estas últimas semanas han sido de concentración absoluta en los avales para la campaña de gobernadores, alcaldes, diputados, concejales y ediles. Un senador azul le dijo a un periodista de EL NUEVO SIGLO que en muchos municipios se les viene preguntando a los dirigentes conservadores sobre cuál será la estrategia del partido para las presidenciales de 2022. “… Yo les dije a mis candidatos que respondieran que tendríamos candidato de seguro para pelear por la Casa de Nariño y que mencionaran nombres como los de Marta Lucía Ramírez y Mauricio Cárdenas”, precisó el parlamentario, que pidió la reserva de su nombre.
Leyendo ‘pirata’ (I)
Una ex viceministra de Cultura hizo un comentario bastante llamativo en torno a las estadísticas que esta semana reveló la Cámara Colombiana del Libro sobre que la industria editorial en el país tiene pérdidas anuales por $198 mil millones por cuenta de la ilegalidad. Según la exalta funcionaria si bien es cierto que la piratería es un flagelo muy ruinoso para editores, distribuidores y libreros, “llama la atención” que los textos referidos a novela, poesía y cuentos sean los más ‘chiviados’, por encima de los libros escolares así como de los textos profesionales y universitarios. “… Para un país que tiene bajo índice de lectura, sobre todo literaria, no deja de llamar la atención, esa estadística”, precisó.
Leyendo ‘pirata’ (II)
La misma fuente indicó que en cuanto a los libros académicos, ya sean escolares, de secundaria o universitarios, había que entender que a los profesores y rectores “les quedaba muy difícil” hacer cumplir las directrices que los llaman a solo admitir textos de estudio que sean originales así como a rechazar los compuestos por fotocopias. “… Muchos papás bajan los libros de Internet a los celulares de los hijos, una modalidad que les sale barata, pero ahora tampoco están dejando en muchas escuelas y colegios que se acuda a esta práctica”, precisó.