Cuatro lecturas
El resultado de las votaciones ayer en la plenaria del Senado en torno a las objeciones presidenciales al proyecto de ley estatutaria de la JEP tuvo distintas lecturas. Por ejemplo, para los parlamentarios del Centro Democrático se “quedaron con los crespos hechos” todos los partidos que pensaban que le darían una “paliza” al Gobierno y al uribismo en el Senado, igual a lo ocurrido en la Cámara, en donde los contradictores de los reparos del Jefe de Estado a esta norma base de la justicia transicional sumaron 110 votos contra 44 de quienes estaban a favor de aprobarlas. Sin embargo, ayer en el Senado fue claro que ninguno de los dos bloques logró alcanzar la mayoría absoluta (48 votos) para aprobar o negar las objeciones, algo que hace dos semanas se pensaba improbable, ya que se daba por descontado que la Casa de Nariño volvería a perder de lejos esta vez en la plenaria del Senado.
¿Ampliar coalición?
Una segunda lectura que ayer se le daba a la forma en que se desenvolvió la sesión en que “no hubo decisión” en la plenaria del Senado respecto a las objeciones, se dirigió a que tanto para congresistas de la coalición gubernamental como de los partidos independientes y de oposición resulta claro que la Casa de Nariño debe ampliar de forma urgente su margen de gobernabilidad en el Congreso, ya que este es el tercer gran revés que sufre en el Parlamento. Ya antes se vio expuesta a un recorte drástico en la reforma tributaria y el hundimiento de la reforma a la justicia, que eran iniciativas bandera de la administración. También se vio forzada la Casa de Nariño a aplazar el proyecto de reforma a las TIC, en tanto que otros proyectos clave se encuentran en vilo.
¿Hubo ‘mermelada’?
Para algunos parlamentarios de la oposición lo que quedó claro en todo el accidentado debate de las objeciones a la JEP en la plenaria del Senado es que el Gobierno sí acudió a la ‘mermelada’ para allanar algunos apoyos, sobre todo del partido de La U, contrariando así la tesis de la Casa de Nariño de que esa práctica politiquera no se aplica en esta administración. Incluso, un parlamentario de la Alianza Verde le dijo a varios reporteros políticos, fuera de micrófonos y grabadoras, que “es muy posible” que a partir de lo ocurrido esta semana en la plenaria el Gobierno acuda a la misma táctica para impulsar o frenar algunos proyectos clave en comisiones y plenarias en lo que resta de esta primera legislatura, a la que le restan ya escasas seis semanas y hay una serie de iniciativas de ley y acto legislativo que se encuentran con el riesgo de hundimiento encima.
Más ‘batallas’ a la vista
Una cuarta lectura a lo ocurrido ayer en el Senado es que la polarización del país en torno al Acuerdo de Paz con las Farc continúa siendo muy alta. “…Esta (la de las objeciones) fue una batalla, larga y dura, pero una batalla al fin de cuentas… Espere que se empiece a discutir el proyecto que ya se radicó sobre que los agresores sexuales no sean juzgados por la JEP sino por la justicia ordinaria… O que lleguen los otros dos proyectos que anunció el Gobierno presentará al comienzo de la próxima legislatura reformando aspectos clave de la JEP… Habrá más y duras batallas sobre la justicia transicional”, precisó ayer un senador en diálogo con un periodista de EL NUEVO SIGLO. Agregó que “ese tema de cerrar heridas sobre el Acuerdo de Paz” parece imposible.