Otro debate más
Uno de los temas que más se movió ayer en las redes sociales es el relativo a si el dinero de la reposición de votos a la campaña del excandidato presidencial Gustavo Petro debe ir a las arcas de ese movimiento político para pagar las deudas pendientes con los bancos que le prestaron para financiar la actividad proselitista o si, por el contrario, los recursos deben ser entregados a la Contraloría Distrital o a una Superintendencia para sufragar parte de las millonarias multas que le impusieron al hoy Senador por varias decisiones que tomó como Alcalde de Bogotá. El CNE ha sido ambiguo al respecto y le pasó el tema a la Registraduría aunque podría retomarlo en una sala de la próxima semana. La polémica ya escaló al punto que se anuncia un debate de control político en el Senado y la Cámara una vez se reanuden las sesiones ordinarias.
La razón de Bolívar
Los petristas fueron muy activos en las redes defendiendo la tesis de que ese dinero debe entrar a las cuentas de la campaña para pagar las deudas bancarias, y los antipetristas indicaron que las sanciones deben pagarse y nadie está por encima de la ley. Aquí dos ejemplos de esa ‘batalla’ ayer en las redes sociales: de un lado el senador de la coalición de Decentes, Gustavo Bolívar, indicó que los recursos de la reposición de votos “deben ir a las cuentas de acreedores y empresas que le prestaron dinero a la campaña. ¿No promulga la derecha que la empresa privada se debe proteger? ¿O aquí cambia el discurso?”.
Quejas por desempleo
Lluvia de reacciones ayer de los parlamentarios una vez el DANE reveló que el desempleo en enero llegó al 12,8%. Para el senador Armando Benedetti (La U), “esto demuestra el aumento de la desigualdad en el país y la escasez de oportunidades laborales para los ciudadanos ¡Y aquí se dedicaron fue a perseguir al vendedor informal!”. A su turno, el liberal Luis Fernando Velasco se quejó de que el Gobierno ofreció en campaña unas estrategias para frenar el deterioro del sector Moda (calzado-textil-confecciones), pero los industriales siguen esperando esas medidas. Por el lado de la izquierda, la senadora de la UP, Aída Avella, indicó que “los únicos responsable del incremento del desempleo son Duque/Carrasquilla/Uribe. Sus políticas económicas dejaron hoy desempleados a 298 mil colombianos, sin ingresos a 298mil familias. Solo a sus amigos, los grandes empresarios, les va bien. Tan mal como en tiempos de Pastrana”.
Escudo uribista (I)
En el Centro Democrático han sentido el impacto de las versiones sobre las dudas de algunos sectores del partido en torno a si la concejal Ángela Garzón, que ganó las encuestas contratadas para escoger candidato o candidata única a la Alcaldía, es una ficha fuerte para competir por la sucesión de Enrique Peñalosa. El propio expresidente y senador Álvaro Uribe salió a reafirmar que la candidata los tiene “muy ilusionados” porque tiene “toda la claridad” en el tema de la seguridad, la inversión privada, la política social, la austeridad.
Escudo uribista (II)
Pero lo que más llamó la atención de los analistas y observadores políticos fue la afirmación de que la candidata tiene una “fijación, una obsesión” de ser una Alcaldesa que “reviva toda la inspiración cívica que en su momento introdujo en Bogotá, debo reconocerlo, el doctor Antanas Mockus”. Pero no fue el único dirigente de alto vuelo que salió a apoyar y defender la aspiración de Garzón. El excandidato presidencial Óscar Iván Zuluaga también sostuvo que ella “es nuestra candidata a la Alcaldía de Bogotá. Representa seguridad democrática, confianza inversionista, cohesión social, Estado austero y diálogo público”.