Algunos parlamentarios de la oposición están analizando estrategias para evitar que el senador y expresidente Álvaro Uribe tenga derecho a muchas réplicas en la plenaria. Un congresista de la Alianza Verde le dijo a un periodista de EL NUEVO SIGLO que la “culpa” de esta circunstancia le tenía la propia oposición, tanto en Senado como en la Cámara, ya que prácticamente sus integrantes siempre lanzan, como mínimo, una pulla al expresidente y su gobierno, lo que, por efectos del reglamento interno del Congreso, le da la posibilidad a Uribe de pedir el ejercicio de la réplica, una prerrogativa que no se le puede ser negada, sea que el Presidente del Senado pertenezca o no al Centro Democrático.
Alerta por “sistematicidad”
El Gobierno nacional quedó bastante preocupado por las conclusiones preliminares que expuso el Relator de la ONU para los derechos humanos, Michael Forts, al culminar esta semana una gira de 10 días por distintas zonas del país. El alto funcionario no solo se mostró “horrorizado” por la racha de asesinatos y ataques a líderes sociales, sino que encontró algún grado de “sistematicidad” en los crímenes, una conclusión de extrema gravedad que pondrá a Colombia a dar explicaciones cuando Forts presente oficialmente las conclusiones de su informe, lo que está previsto para marzo en el pleno de Naciones Unidas. De allí que el Ejecutivo se haya puesto como meta que para entonces el nivel de violencia sobre los líderes sociales haya disminuido drásticamente por la ejecución del Plan de Acción Oportuna (PAO) que lanzó hace dos semanas para proteger a estos activistas.
¿Por qué no Bogotá?
Un precandidato a la Alcaldía de Bogotá, que pidió la reserva de su nombre, consideró “injusto” con la capital del país, que la ciudad no sea la sede de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) que se realizará en junio del próximo año en Colombia. “… Uno creería que con un Presidente cachaco y con Medellín y Cartagena siendo sedes de tanto evento internacional, esta vez le tocaría a Bogotá albergar una cumbre de tanta importancia como la asamblea anual de la OEA”, se quejó el precandidato.
Resignación por partida doble
La oposición venezolana se siente cada vez más acorralada por el régimen chavista, a tal punto que hay una creciente sensación de resignación entre sus dirigentes al ver que el presidente Nicolás Maduro se atornilla cada vez más en el poder y los dirigentes del PSUV -el partido único de gobierno- que meses atrás asomaban como sus posibles competidores por la sucesión en el Palacio de Miraflores, han perdido protagonismo. Unos y otros parecen resignados a que el Mandatario estará en el poder hasta 2024.