¿Navarro o López?

Tras la sorpresiva votación de la consulta popular anticorrupción el domingo pasado hay muchas hipótesis sobre el coletazo electoral de la misma. Por ejemplo, en la Alianza Verde consideran que el liderazgo ejercido por la exsenadora y excandidata vicepresidencial Claudia López la convierte en una carta más potente para la alcaldía de Bogotá que el exsenador Antonio Navarro, quien en marzo pasado no aspiró a la reelección parlamentaria porque quiere postularse a la sucesión de Enrique Peñalosa, en octubre del próximo año. De hecho, lleva muchas semanas metido de fondo en los temas de ciudad. Aunque el acuerdo con Navarro fue que los verdes lo respaldarían en esa aspiración al Palacio Liévano y López iría a la academia, porque no quería seguir en la política electoral, es claro que lo ocurrido el domingo pasado la pone como una fuerte carta a la Alcaldía, más aún porque en la ciudad el 44% de los habilitados para votar fueron a las urnas y apoyaron en un 99% los siete mandatos anticorrupción. Ese potencial electoral lo lidera con más naturalidad López que Navarro, es obvio.

Otro escenario

López es una carta fuerte no solo por lo que pasó con la consulta del domingo, sino porque es muy posible que para el próximo año se concrete una coalición de partidos de centro e izquierda para respaldar a un candidato al Palacio Liévano. Semanas atrás la reunión entre los hoy senadores Gustavo Petro (Colombia Humana) y Jorge Enrique Robledo (Polo Democrático) fue leída por muchos como una ‘cuota inicial’ de esa posible coalición multipartidista que definiría su candidato en una consulta popular a mediados del próximo año entre distintos aspirantes de los partidos que la integren. Se habla, entonces, de nombres como los de Navarro (verde), el hoy concejal Hollman Morris (Colombia Humana) y ahora de López, también de las toldas verdes.

¿Error táctico de Fajardo?

Pero no paran ahí las hipótesis sobre los coletazos electorales de la votación de la consulta. Por ejemplo, se afirma en las toldas de la Alianza Verde que el excandidato presidencial Sergio Fajardo, quien ya reversó su decisión de no volver a postularse a un cargo de elección popular, anunciada después de no clasificar a la segunda vuelta en los comicios para la Casa de Nariño, pudo haber cometido un error táctico al no haber liderado de forma más decidida y en la calle la consulta. “La foto (de la celebración el domingo) era muy diciente: estaban Claudia (López), Angélica (Lozano, senadora), Robledo (Jorge Enrique, senador) y Antanas (Mockus, senador), y no estaba Fajardo, y eso tiene un costo político, porque el escenario se lo llevó la exfórmula vicepresidencial y no el excandidato presidencial que tiene la mira puesta en 2022”, dijo a EL NUEVO SIGLO un dirigente verde, en charla informal.

Partidor apretado

Y, por último, es claro que López no solo se convierte en una posible competidora de Fajardo (que sacó 4.6 millones de votos en mayo pasado) para la campaña presidencial dentro de tres años, sino que, además, también le puede complicar el escenario a Petro, que considera que con los 8 millones de votos ya tiene asegurado tiquete para 2022. Incluso podría impactar al propio Robledo, quien también aspirará a la sucesión de Duque. No hay que olvidar que la llamada Coalición Colombia tenía tres aspirantes: Fajardo (Compromiso Ciudadano), Robledo (Polo) y López (Alianza Verde). El primero, en aras de un acuerdo político interno, se erigió como aspirante presidencial, el segundo se retiró y apostó por una segura reelección senatorial y la tercera quedó como la fórmula vicepresidencial. Sin embargo, el resultado de la consulta del domingo cambia las proyecciones hacia 2022.