Embajador “peso pesado”
¿Quién será el nuevo embajador en España? Esa es la pregunta que se formulaban esta semana varios internacionalistas tras considerar que la delegación diplomática en Madrid necesitará de un “peso pesado” para poder hacer frente a varios temas muy candentes con el gobierno ibérico, hoy en cabeza del socialista Pedro Sánchez, ubicado en la otra orilla política de un mandatario de derecha como Iván Duque. Sin embargo, hay temas más gruesos que deberá enfrentar el nuevo embajador de Colombia, como la demanda por más de 1.600 millones de dólares de Gas Natural Fenosa contra el Estado colombiano por la intervención de Electricaribe. A ello hay que sumarle el pulso entre España y Colombia por el rescate del tesoro del Galeón San José, cuya licitación se suspendió la semana pasada y el gobierno Duque deberá reactivar.
¿Golpe al gabinete?
Un congresista de Cambio Radical le dijo a algunos periodistas, en una charla informal en el recinto parlamentario, que la posible renuncia del expresidente Álvaro Uribe a su curul en esa corporación se producía en el “peor de los momentos”. Según explicó, el presidente electo Iván Duque es consciente de que algunos de sus titulares de cartera son muy novatos en materia de lides políticas y no se han fogueado en el difícil ambiente parlamentario. “… Sin embargo, Duque estaba confiado en que cuando les tocara a esos ministros biches en política venir al Congreso, el expresidente Uribe impediría que la oposición, con Petro y Robledo a la cabeza, los pusiera contra la pared… Falta ver qué pasará ahora que ese escudo político no estará en el Parlamento”, precisó el congresista.
Campanazo a Uribe…
Un atinado observador político indicó que el expresidente Álvaro Uribe debía tener mucho cuidado con las manifestaciones que se han visto en las redes sociales en apoyo a su persona y el paralelo alud de críticas e insultos a la Corte Suprema de Justicia así como a sus contradictores políticos. Indicó el analista, en charla informal con un periodista de EL NUEVO SIGLO, que algo parecido ocurrió meses atrás en Brasil, cuando un tribunal de segunda instancia ordenó el encarcelamiento del expresidente Inácio Lula Da Silva y las redes sociales se inundaron inmediatamente de graves acusaciones y amenazas al poder judicial, indicando incluso que no dejarían capturar al exmandatario así les tocará responder con violencia al eventual operativo. “… Uribe debe llamar a la calma a sus simpatizantes, porque en Colombia, lamentablemente, pasamos de la amenaza verbal al acto de agresión en cuestión de segundos”, precisó el analista.
Ni asomar a la JEP
Y hablando del proceso a Uribe, en la bancada parlamentaria de oposición hay voces que consideran que si el exmandatario llega a considerar que el proceso en su contra está relacionado directa o indirectamente con el conflicto armado interno, podría pensar en la posibilidad de someterse voluntariamente a la Jurisdicción Especial de Paz (JEP), en donde podría acceder incluso a una pena de cero cárcel. La idea fue consultada con un congresista del Centro Democrático que la consideró “delirante” y “absurda”. Incluso recordó que fue una protesta de ese partido, años atrás, la que llevó a la Mesa de Negociación de La Habana a corregir el primer acuerdo sobre justicia transicional, en el cual se contemplaba la posibilidad de que los expresidentes pudieran ser juzgados por la JEP.