División en La U

Los parlamentarios de La U se encuentran divididos en cuanto a si esa colectividad debe entrar en una eventual coalición con el gobierno electo de Iván Duque… Hay tres posturas. La primera sostiene que la colectividad debería mantenerse en la misma línea de independencia que fijó cuando dejó en libertad a sus dirigentes y seguidores para votar en la segunda vuelta por la opción que más les pareciera. Incluso han analizado esta alternativa a la luz del Estatuto de Oposición que, se supone, debe entrar en vigencia a partir de la posesión del próximo Congreso. Una segunda postura sostiene que La U debe buscar un acuerdo programático con la Casa de Nariño e insertarse a su coalición de manera frontal. Y, por último, están quienes sostienen que lo procedente es hacerle oposición objetiva y constructiva al nuevo gobierno y declararse para ello, oficialmente, a la luz del estatuto, como partido oficial de oposición.

¿“Barrido” anticoca? (I)

Es urgente una rectificación de la política antidroga en Colombia. Eso nadie lo duda. Sin embargo, en donde existe controversia es en torno a qué tipo de ajuste debe realizarse. Un ex alto cargo de la Policía Antinarcóticos le indicó a algunas periodistas que años atrás se puso sobre el tapete de los estrategas colombianos y estadounidenses un plan de “barrido” que consistía en ubicar una gran cantidad de uniformados de las distintas fuerzas militares y policiales que empezaran a avanzar vereda por vereda, municipio por municipio, hasta haber ‘rastrillado’ cada centímetro del territorio de determinada región o departamento. Y que una vez terminado ese primer barrido, se devolviera la misma oleada de uniformados por la ruta ya recorrida, y así sucesivamente.

¿“Barrido” anticoca? (II)

De esta forma, según la fuente consultada, se garantizaría controlar el problema de la ‘resiembra’, que es el más difícil de atacar en los operativos de erradicación. Explicó que años atrás esa estrategia no se pudo poner en práctica debido a que la presencia de las Farc en un 60 por ciento del territorio nacional hacía muy riesgoso esta clase de operaciones de “barrido” permanente zonal y regional, por el temor a las emboscadas y trampas de campos minados. Hoy ya el grueso de esa guerrilla se desarmó y, por tanto, la movilidad de las tropas en varias zonas de alta densidad de narcocultivos es más fácil, pues las Bacrim, los elenos y las disidencias de las Farc no suelen enfrentar a las tropas, y menos aun cuando estas se van desplazando en amplios frentes operacionales.

¿Congreso histórico?

Varios senadores advertían esta semana, en medio del agitado cierre de las sesiones extras, que el Congreso que termina bien podría pasar a la historia por ser no sólo el que acabó con la reelección presidencial inmediata, sino también por tener el menor número de senadores y representantes presos de los últimos cuatro parlamentos. Listado en mano, un senador decía que mientras los congresos elegidos en 2010 y 2014 fueron muy golpeados por la parapolítica, en el saliente solo se presentó una baja por esa causa y algunas otras más pero por escándalos de corrupción.

La clave de la consulta

La campaña para la consulta popular anticorrupción, que se votará el 26 de agosto, tiene muchas cabezas, más allá del liderazgo de la saliente senadora Claudia López. Sin embargo, hay preocupación entre los impulsores de la misma por el riesgo de que con tanto ‘cacique’ la campaña pueda terminar politizándose, más aún porque se sospecha que algunos de los líderes que se han ofrecido a salir a la plaza pública para pedir el voto positivo de las siete preguntas, estarían interesados en los comicios regionales y locales del próximo año. De otro lado, respecto a la posibilidad de que ese día cada pregunta sea votada por lo menos por 13 millones de ciudadanos, la mitad de ellos por el Sí, uno de los principales promotores indicó que “mucho dependía” de que el gobierno electo de Duque “cumpla la palabra” de respaldar la iniciativa y, desde la misma Casa de Nariño, se haga campaña por el Sí.