De allá para acá…

Tras la descalificación general por parte de todos los candidatos presidenciales colombianos a la reelección de Nicolás Maduro, en los cuestionados comicios del pasado domingo, ayer hacia el mediodía se especulaba en fuentes bien informadas que el Palacio de Miraflores evaluaba la posibilidad de llamar a consultas a su embajador en Bogotá o incluso llegar al borde de la ruptura diplomática, retirando la mayoría de su personal apostado en nuestro país. La cuestión es que el gobierno Maduro sabe que sea cual sea el resultado de las elecciones colombianas dentro de cuatro días, será muy difícil que las relaciones entre ambas naciones entren en un escenario de distensión, ya que todos los candidatos presidenciales indicaron el lunes que no reconocen ninguna legitimidad a los resultados de Venezuela e incluso utilizaron de forma directa calificativos como “antidemocráticos”, “dictadura” y “violación de la Carta Diplomática Interamericana”.

Dos presidentes y contando…

Lo más grave de esta situación es que mientras el mandatario colombiano asumirá el 7 de agosto próximo y terminará su período que en igual fecha de 2022, Maduro gobernaría hasta el 2025, lo que significa que, de llegar a completar su período, vería posesionarse y salir a este nuevo presidente colombiano, así como a su reemplazo dentro de cuatro años.

Bien por la pereza…

Un dirigente gremial le dijo a un periodista de EL NUEVO SIGLO que la “pereza legislativa” era una buena noticia para la economía, toda vez que el proyecto de ley que propone eliminar tres ceros en el peso colombiano quedará empantanado hasta la próxima legislatura y allí habrá que ver qué postura tendría al respecto el nuevo titular de la Casa de Nariño, siendo claro que a varios de los candidatos la idea de la reforma monetaria poco les suena e incluso han advertido que si llegan al poder es necesario un análisis más detallado sobre la conveniencia y pertinencia de esta simplificación monetaria.

Contrastes tributarios

El mismo dirigente gremial, en charla confidencial con este Diario, se quejó por lo que calificó como “corta memoria” de la opinión pública en medio de la campaña electoral. Según ese dirigente, mientras que este año los alivios tributarios a los empresarios por cuenta de la reforma de impuestos aprobada a finales de 2016 representarán cuatro billones de pesos menos para el erario este año, en los 15 meses que lleva aplicándose el aumento del IVA del 16 al 19 por ciento, el recaudo de la DIAN por este contexto ha sido muy superior al de citada cifra. “… Queda claro que lo que se le rebajó a los empresarios en impuestos se terminó compensando con lo que paga el grueso de la población por más IVA… ¿Cuál es el efecto progresivo y redistributivo de la reforma tributaria si los alivios se dieron al gran capital pero se aumentó la base tributaria en el IVA, que por ser el impuesto más generalizado y transversal es obvio que afecta a una mayor cantidad de población en un país en donde hay pocos ricos y sí mucha clase media y personas de bajos estratos socioeconómicos”, precisó.

¿Y los transportadores?

Hay algunos sectores productivos que consideran que durante la campaña presidencial fueron prácticamente ignorados porque sus problemáticas y urgencias no se tuvieron en cuenta que las plataformas programáticas como tampoco en los debates ante los aspirantes a la Casa de Nariño. Uno de esos sectores, por ejemplo, el de los trasportadores, varios de cuyos voceros consideran en temas como los fletes, la chatarización vehicular y la canasta de costos de la industria la mayoría de los candidatos hizo apenas referencias genéricas sin anuncios ni promesas completas.