2,7%, máxima apuesta
No hay mucho optimismo en los gremios económicos sobre la posibilidad de que al final de este año el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) pueda llegar al 3 por ciento, después de que 2017 cerrara con 1,8 por ciento. Hasta el momento todos los pronósticos coinciden en que lo máximo que se podría esperar es un 2,8 por ciento, aunque otros pronósticos apenas si le apuestan a un 2,5% en el mejor de los casos. Muchos recuerdan que cuando Santos asumió el poder la economía venía de crecer apenas un 1,5% en 2009 y al cierre de 2010, es decir con apenas cuatro meses de su primer mandato, el PIB dio un gran salto, al ubicarse en 4,3%. Esto quiere decir que casi se triplicó el indicador de un año al otro, algo que, tras sus dos mandatos, no tiene visos de repetirse, toda vez que, a lo sumo, según las proyecciones, la economía apenas si crecería un punto porcentual al finalizar el 2018.
Horizonte petrolero
La previsión hecha por la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP) en torno a que la mayoría de las fuentes consultadas espera que entre lo que resta de 2018 y 2019 los precios del barril de petróleo se ubiquen en niveles entre 62 y 65 dólares por barril, siendo 65 el promedio para ambos años, puso a pensar a las altas esferas gubernamentales que estaban esperanzadas en que el valor del crudo en los mercados internacionales se mantuviera cercano al promedio de los 70 dólares. Aunque varios expertos han advertido que las alzas de los últimos días se deben, en gran parte, a la tensión geopolítica por los bombardeos en Siria, algunas proyecciones indican que la cotización no disminuiría en el corto plazo debido a otros elementos de mercado, la crisis venezolana y una mayor demanda de hidrocarburos debido a la baja de algunas reservas estratégicas.
La negativa de Enríquez
Como era de esperarse no cayó muy bien en el Palacio de Justicia la ponencia negativa que rindió el senador conservador Eduardo Enríquez Maya en torno al proyecto presentado por el Consejo de Estado que le quita algunas funciones electorales a los máximos tribunales, sobre todo en cuanto a la escogencia del Procurador y el Auditor General. En el informe de ponencia, el congresista nariñense hace un análisis muy crítico de la iniciativa, considerándola inconveniente, incompleta e incluso contraria a los propósitos descritos en la exposición de la iniciativa, radicada hace pocas semanas por el presidente del Consejo de Estado, magistrado Germán Bula Escobar. Según el proyecto original, se facultaba al Senado y a la Cámara para que formalizaran la escogencia de ambos altos funcionarios por intermedio de una selección de méritos de los postulados. La Rama Judicial mantendría la facultad de elegir al Fiscal General y a los magistrados.
Falencia en legislación
Uno de los aspectos que más llamaron la atención de la ponencia de Enríquez Maya fue su advertencia en torno a que, en desarrollo de la norma constitucional, el Congreso no ha aprobado la ley estatutaria sobre la nueva convocatoria pública en la que se fijan requisitos y procedimientos que garanticen los principios de publicidad, transparencia, participación ciudadana, equidad de género y criterios de mérito para la elección de servidores públicos atribuida a corporaciones públicas, entre los cuales están los magistrados de la Corte Constitucional, de la Corte Suprema de Justicia, del Consejo de Estado, del Consejo Superior de la Judicatura, del Consejo Nacional Electoral, el Fiscal General, el Contralor General, el Procurador General, el Defensor del Pueblo, el Auditor de la Contraloría General.