Hay mucha inquietud en algunos sectores conservadores sobre presuntas maniobras de corriente políticas externas para influir en las determinaciones de la convención partidista programada para el 4 de marzo, en la cual esa colectividad deberá definir si presenta candidato propio a la Presidencia o mejor opta por aliarse con un aspirante de otras toldas. Según un parlamentario conservador “… hay gentes de otras campañas queriendo meter la cucharada”, con la única intención de evitar que el partido tome una posición unánime. “… Están tratando de dividirnos porque saben que si lo logran se disminuye la capacidad de los conservadores para inclinar la balanza en la contienda por la Casa de Nariño”, precisó.
El billete de 100 mil (I)
En los gremios económicos se considera que es hora de replantear la circulación del billete de cien mil pesos. Para algunos dirigentes está claro que esta nueva denominación no ha tenido los efectos que buscaba el Banco de la Republica cuando dio luz verde a su circulación. Como se recuerda el objetivo no era otro que el de evitar que las personas se movilizaran con grandes cantidades de billetes que, sumados, no representaban un monto significativo de dinero, pero sí un riesgo alto de inseguridad. Sin embargo, lo cierto es que es común escuchar entre la opinión pública que nunca han visto un billete de este monto y que en realidad solo circula en círculos interbancarios. La explicación está en que los cajeros automáticos aún no han sido adecuados para recibir o entregar este billete y por eso el Banco no ha sacado a circulación buena parte de esta denominación de papel moneda.
El billete de 100 mil (II)
Por el contrario hay dirigentes empresariales que sostienen que esto es normal, pues en muchas economías de países occidentales los billetes de más alta denominación tienen una circulación restringida entre el público en general y solo se ven en transacciones en efectivo de alto monto, cada día de menor ocurrencia. “…Tanto en Estados Unidos, con el billete de 100 dólares, como en Europa, con los de mayor valor en euros, se presenta esa situación… Lo que pasa con el billete de cien mil pesos en Colombia es normal hasta tanto no adecúen los cajeros automáticos… Eso que se dice en las calles en torno a que hay un presunto acaparamiento de este billete por parte de las economías ilegales es pura carreta”, dijo un dirigente gremial en charla off the récord con un periodista de este Diario.
Disquisiciones polistas
En el Polo hay dirigentes que consideran que no le conviene al partido plantearle una pelea de frente al candidato presidencial Gustavo Petro, porque todavía falta mucho camino por recorrer en la campaña por la sucesión de Juan Manuel Santos “…Aquí hay gente radical, que están planteando la pelea con Petro como si no hubiera un mañana… Todavía falta la consulta del 11 de marzo y la primera vuelta y muchas movidas políticas… pero aquí se cree que todo tiene que definirse ya, cuando la naturaleza de la elección con dos vueltas es, precisamente, que hay que ir quemando etapas y moviéndose con las circunstancias de cada una”, dijo uno de sus candidatos a la Cámara por Bogotá, en charla informal con reporteros políticos.
Estrategia chavista
Las declaraciones del Fiscal de Venezuela en torno a que desde Colombia se estaría planificando una operación militar de alto calibre para “bombardear” a la vecina nación, fueron calificadas por sectores de la oposición al chavismo como una denuncia delirante que, en el fondo, lo único que busca es generar artificiosamente una ola de nacionalismo y anticolombianismo en la antesala a las polémicas elecciones presidenciales que se realizarán en abril y en las que Maduro buscara seguir en el poder. Lo cierto es que no es coincidencia que en los más recientes pronunciamientos de Maduro y la cúpula chavista, los ataques contra el gobierno colombiano se están multiplicando ‘más allá’ de lo normal. Esto pondría en evidencia que se trata de una estrategia política del régimen chavista precisamente en momentos en que la ola migratoria de venezolanos a Colombia está en uno de sus picos más altos y tanto la ONU como Estados Unidos han entrado a colaborar en el plan de contingencia humanitaria.