Hoy se cumple un año de la ceremonia en Oslo (Noruega), en la que el presidente Juan Manuel Santos recibió el Premio Nobel de Paz. Lo hizo apenas días después de que el Congreso aprobara la inédita y polémica refrendación legislativa del acuerdo de paz con las Farc. Santos, durante ese periplo internacional que lo llevó por Noruega, Suecia, Bélgica, España, Italia y El Vaticano, repitió que en un año la guerrilla ya estaría desarmada y reinsertada a la vida civil, y el país estaría experimentado ya los beneficios políticos, económicos y sociales de la paz. Es claro que doce meses después los vaticinios del Jefe de Estado se han cumplido a medias.
Cita en el Vaticano
Pero si de rememorar hechos de diciembre del año pasado se trata, una de las imágenes que más recuerdan los colombianos se dio precisamente durante esa gira del presidente Santos, que tenía como una de sus últimas paradas, precisamente, al Vaticano, en donde tenía programada una cita con el papa Francisco, en la que los temas centrales a tratar con el nuevo Nobel de Paz serían el acuerdo con las Farc, el apoyo de la Iglesia al mismo y la visita de su Santidad durante 2017 a Colombia. Sin embargo, ese 16 de diciembre, de un momento a otro, trascendió que el Papa convocó de emergencia al expresidente Uribe a Roma.
Orillas distintas
Santos y Uribe se habían vuelto a encontrar cara a cara, tras cinco años de rompimiento, el 4 de octubre de 2016, dos días de que el No ganara el plebiscito refrendatorio. Acordaron, entonces, iniciar un diálogo nacional para ajustar el acuerdo con las Farc, pero tras varias semanas de mesas conjuntas el Gobierno anunció unilateralmente que había renegociado en La Habana el pacto. El uribismo se sintió traicionado por el Gobierno, alegó que se estaba desconociendo el dictamen popular y se opuso a cual más a la inédita propuesta de que el Congreso refrendará el nuevo pacto. Desde entonces Santos y Uribe estaban de nuevo en contravía, de allí que la invitación papal al senador y jefe del Centro Democrático para que viajara de urgencia a Roma a una audiencia con Francisco, a la misma fecha y hora que Santos, generó múltiples dudas en el exmandatario y jefe de la oposición.
De aquello nada…
Lo cierto es que, al final, Uribe decidió ir al Vaticano. Incluso se dijo que el entonces recién elegido procurador Fernando Carrillo tuvo un papel clave en la cita papal. Es más, fue el magnate Luis Carlos Sarmiento el que prestó su avión privado para trasladar de urgencia al expresidente a Roma. Allí, primero cada uno se reunió con el Papa por aparte y luego hubo una audiencia conjunta. Tanto el Jefe de Estado como el exmandatario agradecieron la gestión del Pontífice pero, lo cierto, es que ni el Papa pudo disminuir sustancialmente el alto nivel de contradicción entre los dos principales dirigentes políticos del país y símbolos inequívocos de la polarización nacional alrededor del acuerdo de paz.
Visita a Argentina
Y hablando del papa Francisco, a quien EL NUEVO SIGLO escogió días atrás como el Personaje del Año 2017, se sabe que ya tendría decidido que visitará a su país natal antes de que termine esta década, es decir en alguno de los próximos tres años. La información la dio un alto funcionario colombiano que habló con un importante empresario gaucho quien le confirmó que el gobierno de Mauricio Macri ya tenía muy adelantado todo lo relativo a la gira papal.
Síganos en nuestras redes sociales:
elnuevosiglo en Instagram
@Elnuevosiglo en Twitter
El Nuevo Siglo en Facebook