Todo apunta a que el precandidato presidencial Gustavo Petro tendría que ir directo a las elecciones de primera vuelta, por cuanto, según fuentes allegadas a su campaña, no tendría lógica que quien ha estado encabezando las encuestas de forma permanente en las últimas semanas tenga que “arriesgarse” a una consulta interpartidista con aspirantes que no tienen voto de opinión pero sí una maquinaria partidista que le podría ganar un escenario electoral cerrado. “… La realpolitik  va dejando en claro que Petro es el candidato más fuerte de la centro izquierda por sí solo, mientras que el resto quiere serlo dentro de la sumatoria de la coalición en que se está pensando… Lo que se ha escuchado de los otros precandidatos es que quieren una coalición pero en torno de ellos, pese a que en las encuestas se evidencia que no tiene la fuerza ni el apoyo de Petro”, dijo la fuente consultada.

Recta final para firmas

Entró también en la recta final el plazo para que los precandidatos presidenciales por firmas entreguen a la Registraduría los respectivos volúmenes de respaldos ciudadanos con el fin de establecer si superaron las 380 mil rúbricas válidas para viabilizar su expectativa a la Casa de Nariño. En los corrillos políticos se dice que la treintena de precandidatos que se inscribieron bajo esa modalidad solo entre ocho y diez tendría las suficientes firmas para radicarlas ante las autoridades electorales, siendo Germán Vargas Lleras el que más respaldos podría presentar, pues hace dos semanas anunció que ya sumaba más de cuatro millones de firmas, por lo que se presume que llegará con menos de cuatro y medio millones de respaldos. Se afirma en que en segundo y tercer lugar quedarían Fajardo y Petro, pero no se descarta una sorpresa de Alejandro Ordóñez.

Y Gaviria allí…

No hay por el momento ninguna señal que permita establecer que el expresidente César Gaviria va a dar un paso al costado como director único del liberalismo tras la rebelión encabezada por el excandidato presidencial Juan Fernando Cristo. Una alta fuente de la cúpula roja le dijo a un periodista de EL NUEVO SIGLO que ese tema de Cristo y la treintena de congresistas que lo estarían apoyando ha sido “sobredimensionado” por la prensa y los corrillos políticos. Precisó que, incluso, algunos de los senadores que aparecieron respaldando al exministro del Interior han llamado luego a la dirección del partido para aclarar que no hay ninguna rebelión y que son ajenos al pleito Gaviria-Cristo.

Lara, muy rendidor

Paradojas tiene la política.  Luego de que en varias ocasiones el Gobierno hubiera manifestado su inconformismo con la forma en que Rodrigo Lara manejó los debates de los proyectos vía ‘fast track’ tramitados en los últimos tres meses en la plenaria de la corporación legislativa, al final de cuentas al Ejecutivo le terminó yendo mejor en materia de aprobaciones de iniciativas con el parlamentario de Cambio Radical que con el presidente del Senado, Efraín Cepeda, del Partido Conservador, que aunque siempre se mostró proactivo para sacar adelante los proyectos derivados del acuerdo de paz, tuvo un escenario mucho más hostil en la materia.

Rivera sigue firme

En altas fuentes palaciegas se decía ayer que no tenían piso los rumores sobre una presunta molestia del presidente Santos con el ministro del Interior, Guillermo Rivera, por la forma en que se había cerrado el trámite de varios de los proyectos del ‘fast track’. Según la misma fuente, el Jefe de Estado estuvo de acuerdo con hundir el proyecto de reforma política, y cuando Rivera anunció en la plenaria del Senado, el miércoles, que el Gobierno le quitaba respaldo a la iniciativa, ya tenía el guiño presidencial respectivo. Lo cierto es que la bancada uribista seguía insistiendo ayer en que el Ejecutivo tenía un “plan B” que todavía no ha puesto sobre la mesa.

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