Off the record | El Nuevo Siglo
Foto archivo El Nuevo Siglo
Miércoles, 1 de Noviembre de 2017
Redacción Política

Los sindicatos se encuentran bastante preocupados por la difícil antesala del inicio de la negociación salarial para 2018. Si bien es cierto que arrancaron con una propuesta de aumento del 10 por ciento, en el fondo saben que si se llega a un 6 por ciento de incremento en el sueldo mínimo mensual será toda una proeza. Incluso, un veterano dirigente de una central obrera precisó que “… así como va la vaina, lo mejor sería no sentarse en la Mesa de Concertación Salarial y dejar que sea el Gobierno el que se dé la pela de autorizar un  aumento pírrico que, incluso, algunos empresarios han planteado que no vaya más allá del 5,5 por ciento. Por lo mismo debemos tener cuidado de no prestarnos a un circo cuando está claro que, como se dice en las calles, nos van a capar de entrada”.

Pujas uribistas

En el uribismo es claro que las reservas frente a la activación de la precandidatura de Oscar Iván Zuluaga genera cada vez más divisiones y controversias internas. Si bien ya hay una carta de un grupo de parlamentarios, diputados y otros dirigentes del Centro Democrático pidiéndole a Zuluaga que se lance al agua, otras voces uribistas llamaban ayer la atención en torno a que se trata, por lo menos en lo que a parlamentarios se refiere, de un sector minoritario frente a lo que es el total de la bancada. Por lo pronto, el senador y expresidente Álvaro Uribe no ha dado una señal contundente sobre si apoya o no el eventual lanzamiento de Zuluaga, pero es evidente que el silencio resulta más perjudicial que beneficioso para este último.

Liberales ganan terreno

La designación de Camilo Sánchez en la cartera de Vivienda, como se había advertido en esta Sección la semana pasada, no le gustó mucho a varios congresistas de La U, según los cuales “la pela fuerte” contra Cambio Radical para que saliera de la coalición gubernamental se la dio esa colectividad pero fueron los liberales quienes, al final de cuentas, terminaron quedándose con un ministerio más.  Por lo mismo, ayer se decía en los corrillos parlamentarios que La U estaría exigiendo una serie de cuotas burocráticas en agencias e institutos que también están quedando vacantes por la salida de Cambio Radical de la coalición debido a su oposición a la ley reglamentaria de la JEP.

Coletazos por revocatoria

Ya está definido que si el Consejo Nacional Electoral llegara a darle vía libre a una eventual citación en las urnas para que los bogotanos decidan si revocan o no el mandato del alcalde Enrique Peñalosa, esa jornada tendría que ser en enero. Un exalto funcionario que hizo parte de la administración de Gustavo Petro indicó que la votación para esa revocatoria podría convertirse en un “cuchillo de doble filo” para la izquierda bogotana, ya que si el burgomaestre se queda saldrían ganando los partidos de la coalición que lo apoya y la derrotada sería la izquierda. Advirtió que a dos meses de los comicios parlamentarios, en donde están en juego las 18 curules en la Cámara por la circunscripción de Bogotá, lo que pase con Peñalosa tendrá una repercusión directa en esos comicios.

También para Petro

El mismo dirigente le dijo a un periodista de EL NUEVO SIGLO que en igual dilema estaría el precandidato presidencial Gustavo Petro, principal crítico de Peñalosa y a quien todo el escenario político bogotano señala de estar detrás de la campaña de revocatoria. Sería ingenuo desconocer que si Peñalosa es forzado por la ciudadanía en las urnas a dar un paso al costado, ello constituiría un espaldarazo muy fuerte para Petro a escasos cuatro meses de la primera vuelta presidencial. Pero si ocurre lo contrario le quedaría muy difícil al aspirante de la Casa de Nariño sacudirse de la debacle a tan poco tiempo del pulso por la jefatura del Estado.

 

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