La estrategia del uribismo de salirse de las comisiones y las plenarias a la hora de la votación de los proyectos de ley y acto legislativo relacionados con el acuerdo de paz con las Farc pudo implicar una oportunidad perdida para esa colectividad política y su oposición a la implementación normativa del pacto con la guerrilla. Esto porque si el lunes en la noche, cuando se votaba la propuesta sustitutiva de la senadora Claudia López para condicionar la participación de las Farc en el Congreso -a partir de julio de 2018- a que primero sus posibles parlamentarios sean juzgados por la Jurisdicción Especial de Paz (JEP), según dijo un congresista de La U, los parlamentarios del Centro Democrático en las comisiones primeras de Senado y Cámara hubieran reingresado al recinto, sobre todo los senadores, habrían hecho aprobar esa propuesta y ganado un round muy importante al Gobierno.
Los gremios y la campaña presidencial
Uno de los más importantes dirigentes gremiales del país está promoviendo entre varios de los llamados ‘cacaos’ empresariales colombianos la posibilidad de que se firme una declaración pública de alto calado en la que el sector productivo, punto por punto, haga un llamado a todos los candidatos y precandidatos presidenciales, así como a los partidos y movimientos políticos, sobre las problemáticas principales que atraviesa la economía nacional. En dicha declaración también se haría un llamado a los aspirantes a la Jefatura de Estado para que en sus propuestas de reactivación económica no den cupo al populismo y el discurso efectista. Por el contrario, los llamarían a que pongan sobre la mesa programas económicos serios y objetivos, que eviten que la seguridad jurídica y el clima de negocios puedan llegar a afectarse por un nerviosismo de los inversores y las firmas calificadoras de riesgo por el escenario electoral.
Campanazo por tragedia en Tumaco
En la cúpula gubernamental hay una gran preocupación por el efecto que pueda llegar a tener en el programa de erradicación de narcocultivos la muerte de los siete campesinos el jueves pasado en un confuso episodio entre la Policía y una protesta de comunidades cocaleras. Según conoció EL NUEVO SIGLO, si llega a comprobarse que los efectivos de la Fuerza Pública tuvieron responsabilidad en la muerte de los labriegos, es posible que las disidencias de las Farc e incluso algunos narcotraficantes y bandas criminales utilizarán malévolamente este episodio para movilizar a los campesinos en distintas regiones para oponerse a la destrucción de los cultivos de hoja de coca, marihuana y amapola de tamaño “industrial”. Incluso, en la Casa de Nariño hay cierta molestia porque las primeras versiones allí, tanto el jueves como el viernes, señalaron a las disidencias de las Farc y narcos de las muertes, algo que ya hoy no es tan claro.
¿‘Torre de babel’ en política antidroga?
Uno de los análisis que se está realizando tanto en el alto gobierno como en el Congreso en torno a la tragedia en Tumaco es si los problemas que han surgido en el programa de erradicación de narcocultivos se deben a que no hay un responsable único de esta política. “… Hay una torre de babel en la que se escuchan las voces del vicepresidente Naranjo, el alto consejero Rafael Pardo, el alto comisionado de Paz, la Policía Antinarcóticos y otras instancias que hablan cada una por su lado y al final no se sabe quién manda y quién implementa”, dijo un congresista de la coalición oficialista en charla off the record con un periodista de EL NUEVO SIGLO.
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