Una alta fuente gubernamental le dijo a un periodista de EL NUEVO SIGLO que el presidente Santos no ha querido responder directamente las cartas al máximo jefe de las Farc, Timoleón Jiménez, alias ‘Timochenko’, por considerar que muchas de las críticas de este último al proceso de implementación del acuerdo de paz están motivadas más por ganar el pulso interno de poder con ‘Márquez’ y otros mandos de ese naciente partido, que en hechos reales de falencias en la puesta en práctica del pacto. Lo que sí trascendió es que el Gobierno considera que se requiere un rol más activo en cuanto a replicarle a las Farc por parte del alto comisionado de Paz, Rodrigo Rivera.
‘Guerra sucia’ contra partido fariano
Y hablando del partido político de las Farc, hay preocupación en su cúpula por lo que consideran como “guerra sucia” por parte de otras colectividades que han querido crear un estado de zozobra en algunas regiones, acudiendo para ello a versiones según las cuales habría personas que están tratando de arrendar oficinas, casas y otros inmuebles sin revelar que serán utilizadas como sedes políticas del partido fariano. “… Nosotros todavía no estamos en nada de eso, pero hay guerra sucia de otros partidos tratando de satanizarnos y bloquearnos de antemano”, precisó uno dirigente de las Farc en charla off the record con algunos periodistas regionales. Sobre este punto en específico, un vocero de las lonjas de propiedad raíz indicó que se para el caso de las sedes políticas de las Farc se pedirá al Gobierno un seguro amplio antiterrorismo.
Tres momentos para los de firmas
La cantidad de precandidatos presidenciales por firmas tendrá tres momentos clave. El primero, a mediados de diciembre, que será el plazo máximo para que la mayoría de ellos entreguen las firmas con que quieren respaldar su respectiva aspiración a nombre de un movimiento significativo de ciudadanos. El segundo, a mediados de enero, cuando se conocerán los resultados de la revisión de firmas por parte de la Registraduría y cuántos de los candidatos pasaron el umbral de número de firmas mínimas, que está cercano a las 400 mil. Y, tercero, a finales de enero, cuando varios de los que quedaron vivos tras el filtro de la Registraduría, tendrán que definir si van directo a la primera vuelta u optan por alianzas, coaliciones o incluso si ‘cuadran’ postulaciones al Congreso.
La trilogía uribista
En las filas del Centro Democrático hay certeza en torno a tres aspectos políticos muy puntuales. En primer lugar, que el 19 de noviembre es la fecha máxima para definir candidato, pero que ello no necesariamente significa que deban ir a una consulta popular abierta, pues pueden definir antes el tema por la vía de una encuesta o incluso de una medida de consenso entre los cinco aspirantes. Segundo, que el expresidente Álvaro Uribe será la cabeza de lista al Senado, porque cambiarlo de puesto sería un riesgo electoral innecesario. Y, tercero, que varios de los hoy precandidatos tienen cupo asegurado en la lista al Senado en caso de no ser los elegidos para la contienda por la Casa de Nariño.
Encuestadores se defenderán
Las firmas encuestadoras no descartan hacer en los próximos días un pronunciamiento conjunto para replicar varias de las críticas que algunas campañas y partidos han hecho contra la metodología de los sondeos de opinión, insinuando incluso que algunos podrían estar direccionados a favorecer tal o cual aspiración.