El martes pasado, el fiscal general Néstor Humberto Martínez cumplió un año en el cargo, tras haberse posesionado el 1 de agosto de 2016. Es mucho lo que el jefe del ente acusador ha hecho en apenas 12 meses, sobre todo en materia de depuración de la entidad, ajustes al marco jurídico del proceso de paz, nuevos énfasis en la acción contra los delitos de alto impacto y liderazgo en la lucha contra la corrupción. Paradójicamente, el primer aniversario de la gestión de Martínez se cumplió el mismo día en que María Lorena Gutiérrez volvió a la Casa de Nariño, lo cual resulta toda una paradoja…
Los roces de los superministros
No hay que olvidar que a comienzos del año pasado Gutiérrez no sólo era la Ministra de la Presidencia (cargo que ideó Martínez cuando lideró la reforma a la estructura de la Presidencia de la República e incluso fue su primer titular), sino que también era considerada como la mano derecha del presidente Santos desde su primer mandato. Sin embargo, desde el mismo momento en que Martínez llegó a la Casa de Nariño, en agosto de 2014, se empezó a generar, al tenor de las fuentes palaciegas, un pulso de poderes entre ella y el experimentado exministro, quien llegaba con altas funciones políticas, jurídicas y administrativas.
La salida de Martínez…
Aunque en varias ocasiones la prensa habló de diferencias de criterios muy importantes entre Gutiérrez y Martínez, y que incluso le habría tocado al presidente Santos en algunas ocasiones salir a calmar las aguas, lo cierto es que se pensó que todo había acabado a mediados de 2015, cuando el entonces Ministro de la Presidencia renunció al cargo. Mientras que en algunos corrillos políticos se decía que su paso al costado se daba porque retomaría su trabajo en su bufete de abogados, que acababa de firmar una alianza con una importante firma internacional, en otros se advertía que a Martínez lo cansó tanto roce con Gutiérrez y que le interesaba, en realidad, la posibilidad de ser ternado para Fiscal General de la Nación, ya que el entonces titular, Eduardo Montealegre, estaba a meses de acabar su periodo.
La sorpresiva terna…
Ido Martínez pasaron los meses y Gutiérrez recuperó la preponderancia en la Casa de Nariño. Sin embargo, en abril de 2016 el Jefe de Estado dio a conocer la terna que enviaría a la Corte Suprema de Justicia para escoger al nuevo Fiscal General. La baraja estaba encabezada nada menos que por Martínez, junto al entonces ministro de Justicia Yesid Reyes y la asesora jurídica de la Oficina del Alto Comisionado, Mónica Cifuentes.
La salida de Gutiérrez…
Tras esa decisión presidencial, y en un hecho que generó múltiples comentarios políticos, Gutiérrez renunció al cargo de Ministra de la Presidencia (que había heredado de Martínez), siendo evidente que daba un paso al costado por la inclusión de este en la terna para suceder a Montealegre. El Jefe de Estado, quien se enteró de la dimisión cuando viajaba para Estados Unidos, no tuvo más remedio que aceptarle la renuncia y, de paso, entendió que la reforma a la estructura de la Presidencia de la República, sobre todo la creación de los ministros-consejeros, no había funcionado, por lo que abolió esos despachos y revivió la figura de las consejerías presidenciales.
Y un año después…
Las relaciones entre Gutiérrez y Santos se alcanzaron a tensionar por algunas semanas, pero luego el Jefe de Estado la designó en la embajada de Alemania, en julio de 2016, en tanto que la Corte Suprema elegía a Martínez como Fiscal General, posesionándose el 1 de agosto, cumpliendo 1 año el martes pasado. Y justo ese día el presidente Santos anunció que Gutiérrez -que vino a la Casa de Nariño meses atrás por varias semanas, llamada por el Jefe de Estado- dejaba la embajada y sería la nueva ministra de Comercio Exterior. Paradojas de la política…
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