A diez días de que arranque la legislatura, hay varios congresistas que han manifestado su extrañeza porque el Gobierno no los ha convocado a la Casa de Nariño para analizar lo que será esta nueva agenda de proyectos y las prioridades, sobre todo en materia de trámite de iniciativas derivadas del acuerdo de paz, mediante la vía rápida legislativa. Esta situación ha tenido distintas lecturas. Para algunos parlamentarios la no convocatoria de las bancadas afines a la Casa de Nariño puede significar que el Gobierno prefiere ir buscando acuerdos proyecto tras proyecto en el mismo Congreso. Para otros, que el presidente Santos sabe que ya lo poco que sobrevive de la coalición parlamentaria no es, ni siquiera, medianamente uniforme, razón por la cual prefiere no abrir debates en la Casa de Nariño sobre los alcances de tal o cual proyecto, en pos de no profundizar más divisiones y ‘rebeliones’. Y, por último, están aquellos congresistas que sostienen que siendo apenas dos partidos (Liberal y La U) los que prestan atención al Gobierno, esas cumbres se pueden hacer la próxima semana en un día cualquiera antes de que se instale el Congreso.
Expectativa por discurso de Santos
Y hablando de la próxima legislatura que se instala, como es tradicional, el 20 de julio, es claro que el discurso del presidente Santos será uno de los más importantes y trabajados de cuantos ha pronunciado desde 2010 para dar el banderazo legislativo. Y lo será por tres circunstancias clave: acaba de terminar uno de los pasos más importantes de su proceso de paz, el desarme de las Farc, y es evidente que el Jefe de Estado querrá dimensionar lo más posible un hecho que califica de “histórico”. En segundo lugar, el Jefe de Estado debe delinear lo que será su agenda de cierre en este último año, sobre todo en materia de metas cumplidas y por cumplir. Y, en tercer lugar, es posible que aproveche el escenario para lanzar uno que otro guiñó político y electoral, ya que arranca en forma la campaña para Congreso y Presidencia.
Gobernadores y afugias presupuestales
Un grupo de gobernadores anda muy molesto con el Gobierno, sobre todo con varios ministros que no les han dado audiencia para hablar sobre una serie de proyectos y partidas presupuestales que ya se han consultado con el propio presidente Santos, quien les ha dado su respectivo aval, pero que podrían quedarse en el aire si no se concretan con los miembros del gabinete en estos próximos dos meses, antes de que el Ministerio de Hacienda presente al Congreso, hacia septiembre, el proyecto de presupuesto general para el próximo año. Según uno de los mandatarios seccionales, si los ministros no atienden a los gobernadores y las promesas presupuestales quedan por fuera del anteproyecto que presentará la cartera de finanzas, la Casa de Nariño se podría enfrentar a una ‘rebelión’ regional que le podría salir muy cara. Otro de los grandes flancos de preocupación de los gobernadores es lo relativo a las regalías, sobre todo a que estas no sean objeto de nuevos recortes por urgencias fiscales.
Empresarios no, sindicalistas sí
Un dirigente gremial muy reconocido en el país fue interrogado, a ‘quemarropa’, por varios periodistas del ámbito económico respecto a qué dirigentes industriales y empresariales él veía integrando listas para el Senado o la Cámara de cara a los comicios parlamentarios del próximo año. Respondió que había “runrunes” de algunos dirigentes pero que no sabía de una sola confirmación. Agregó que “… de los que sí podía dar más de una decena de nombres era de líderes sindicales y agrarios que ya estaban haciendo giras y comprometiendo votos de distintos sectores…”.