Tras la racha de paros de esta semana se dice que las próximas protestas estarán a cargo de los camioneros (que siguen inconformes por la política de chatarrización y de fletes), así como del sector de justicia, que insiste en que el Gobierno no ha cumplido las promesas en materia de presupuesto, salarios, régimen de carrera y de descongestión que hiciera el año pasado. En altas esferas gubernamentales se considera que el clima social y laboral no está más calmado ni exasperado que en meses anteriores, aunque sí hay cierta inquietud en torno a que siempre que se empiezan a acercar las fechas para las elecciones muchos sindicatos comienzan a organizar paros y después algunos de sus líderes terminan en las listas de candidatos a Cámara y Senado de varios partidos de izquierda.
¿Qué pasó con los conservadores?
El movido debate al referendo que buscaba prohibir la adopción por parte de parejas homosexuales dejó muchos ecos. Por ejemplo, para los liberales fue claro que el gran triunfador de jornada habría sido el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, porque no solo logró alinear a la bancada de su partido para votar en contra de un proyecto impulsado por una senadora de las toldas rojas, como Viviane Morales, sino que -una percepción que también tienen los uribistas- maniobró para que los conservadores de la Comisión Primera de la Cámara se dividieran y terminaran inclinando la balanza a favor de hundir la iniciativa popular, por 20 votos contra 12, pese a que los parlamentario azules en el Senado sí habían apoyado mayoritariamente el proyecto.
El ‘pecado original’ del proyecto
Otro de los hechos políticos que dejó el proyecto se refiere a que varios dirigentes de iglesias cristianas indicaron que si bien se alcanzaron a recoger más de 2,3 millones de firmas para respaldar la iniciativa popular, si todas las congregaciones religiosas, incluyendo también a la Iglesia Católica, se hubieran organizado de mejor manera se habría podido sumar hasta más de siete millones de respaldos ciudadanos y, en ese caso, le hubiera resultado casi imposible al Congreso bloquear la citación a las urnas. “…Entre la Iglesia Católica y las confesiones cristianas hubiéramos sumado más de siete millones de votos sin mayor problema, pero el lío estuvo en que inicialmente el referendo se vio como una causa de pocas iglesias cristianas y faltó una mayor apertura y convocatoria… Ahí estuvo el error grave”, dijo un pastor de una de las principales Iglesias evangélicas del país, en charla off the record con un periodista de EL NUEVO SIGLO.
Los ‘presidenciables’
A lo largo de las 10 horas de debate el miércoles en la Comisión Primera, en varias ocasiones le tocó al presidente de esa célula parlamentaria, Telésforo Pedraza, intervenir para evitar que se generara una zambra entre partidarios y opositores del proyecto, así como sus respectivas barras. Pero lo que más llamó la atención para algunos parlamentarios uribistas fueron las intervenciones encendidas del ministro Cristo, el senador Roy Barreras y la senadora Claudia López. El primero ha sonado como eventual precandidato liberal y el segundo y la tercera con precandidaturas ya oficializadas a nombre de La U y la Alianza Verde, respectivamente.
Difícil resucitar el referendo
La posibilidad de una apelación a la plenaria de la Cámara para que reabra el debate sobre el proyecto de referendo anti-adopción gay, no solo es muy complicada desde el punto de vista del difícil trámite legislativo, sino porque políticamente no tendría mayor viabilidad en caso de ser remitido a otra comisión de esa corporación legislativa, a menos que algunos de los partidos, especialmente el Conservador, cambie de opinión frente a lo que pasó en la Comisión Primera y pase a apoyar la iniciativa popular.