A LA ESPERA. La crisis en el llamado ‘Estado Mayor Central’ (EMC) es de tal magnitud que el alto comisionado de Paz, Otty Patiño, y el propio jefe de la delegación gubernamental negociadora, Camilo González Posso, no saben qué pasará en la próxima sesión de la mesa con las disidencias de las Farc. De hecho, se podría aplazar la reanudación de las tratativas hasta que el propio ‘EMC’ emita una declaración pública señalando quién está al mando, cuáles son las estructuras que siguen bajo sus órdenes y dejando en claro las facciones que ya no se encuentran sometidas a este proceso de paz.
SIN FUTURO. Para no pocos senadores la posibilidad de que se pueda revivir el proyecto de reforma a la salud que se hundió en la Comisión Séptima del Senado es muy lejana, no solo porque los partidos de oposición e independientes pueden hacer la mayoría en la plenaria si se somete a consideración dicha alternativa, sino porque los congresistas señalan que, a estas alturas del segundo tramo de la legislatura, faltando dos meses para que termine este periodo legislativo, lo más conveniente es utilizar ese tiempo para redactar una nueva iniciativa, más corta, precisa y, sobre todo, consensuada entre todas las bancadas.
TRES ELEMENTOS. “… Mire, hay problemas de tres índoles. De un lado, que el Gobierno siempre ha insistido en que está listo para la concertación pero, a la hora de la verdad, no cede en sus criterios… Confunde escuchar con concertar… Dos: un ajuste a fondo del proyecto implicaría sacar algunos temas gruesos del articulado y meter otros, lo que podría tener algunos problemas en materia de los principios de consecutividad y unidad de materia… Y, en tercer lugar, con un acuerdo político multipartidista y amplio de por medio se podrían utilizar estos próximos tres meses para redactar un proyecto nuevo que sea radicado el 20 de julio… Lo que no se sabe es si alcance a ser aprobado rápidamente en sus cuatro debates antes de diciembre”, precisó una alta fuente parlamentaria a un periodista de EL NUEVO SIGLO.
LISTOS PARA ENTRAR. En las filas del Pacto Histórico hay más de un dirigente, exparlamentario y otras personas de izquierda que se la jugaron en la campaña y en estos 20 meses, que están esperando que el Gobierno cumpla su promesa de que muchos de ellos serían tenidos en cuenta para entrar a cargos oficiales, sobre todo después de que se cumpliera la primera mitad del mandato y empezaran a salir del Ejecutivo aquellos que buscarán participar en los comicios al Congreso o a la Presidencia en 2022.
JUICIO DEL SIGLO. En el Centro Democrático están muy preocupados por el llamado a juicio del expresidente Álvaro Uribe e incluso se alcanzó a pensar en convocar una marcha nacional en su respaldo. La idea, sin embargo, se aplazó por dos razones. La primera, no hacerle competencia a la marcha del 21 de abril contra las políticas del gobierno Petro. Y, la segunda, evitar que la justicia, como ocurrió en las marchas petristas contra la Corte Suprema por la demora en elección de Fiscal General, se declare blanco de presiones políticas, esta vez del uribismo.