“No va”. Esa fue la respuesta que le dio ayer a un periodista de EL NUEVO SIGLO uno de los dirigentes políticos más cercanos a Enrique Peñalosa frente a la posibilidad de que el exalcalde y cuatro veces candidato al Palacio Liévano pueda pensar en postularse de nuevo en los comicios de octubre próximo. “… No es la primera vez que Peñalosa marca bien en las encuestas en las primeras etapas para la Alcaldía… Los que hemos seguido su carrera y trabajado con él sabemos que en anteriores ocasiones en las encuestas de primer bimestre siempre marcó alto e incluso iba adelante, pero luego las circunstancias políticas y de campaña impidieron que ganara el cargo en las urnas… Por eso le repito: no se va a lanzar por el simple hecho de aparecer tercero en una encuesta y menos cuando quien la encabeza le lleva más del 100% de ventaja”, precisó la fuente, que pidió la reserva de su nombre.
Campaña corta
En las toldas del uribismo hay quienes consideran que no es tan grave que en la encuesta conocida esta semana su virtual candidato a la Alcaldía, Francisco Santos, hubiera retrocedido un par de puntos. Sostienen que era de esperar ese estancamiento porque a diferencia de Clara López y Rafael Pardo, Santos no ha arrancado campaña ni precampaña pública y mediática. Incluso se dijo que los asesores del exvicepresidente, varios de ellos estrategas internacionales, le han recomendado que someterse a una campaña larga es contraproducente, sobre todo cuando aún faltan ocho meses para la cita en las urnas. A ello se suma que a Santos no le convendría competir ni desgastarse en debates con precandidatos o con partidos que no han definido si van a consulta interna.
Sin alarma
Más ecos a la encuesta del lunes pasado. En el Polo indicaron que no es grave que su candidata Clara López haya bajado, porque esa caída no es producto de la fortaleza de sus rivales, sino que se explica por el hecho lógico de que la excandidata presidencial estaba sola en el partidor y sólo en los últimos dos meses empezaron a asomar otros aspirantes. También se trae a colación que si algo han demostrado las últimas elecciones para el Palacio Liévano es que las distancias entre el candidato ganador y sus perseguidores en las urnas no son amplias, por lo que mantener un 25% de las preferencias frente a rivales que se pelean el mismo nicho electoral es buen plante político.
Otra estrategia
En donde no existe ni un asomo de tranquilidad es en las toldas del petrismo. Hay exfuncionarios de la Administración e incluso actuales titulares de altos cargos que consideran que al propio Petro le ha faltado decisión para llamar a sus precandidatos al orden y evitar que protagonicen desgastantes rifirrafes públicos como los de la semana pasada entre Holman Morris, María Mercedes Maldonadoy Guillermo Alfonso Jaramillo. “… Si usted me pregunta, creo que la pasividad de Petro para no llamarlos al orden es una prueba más de que él está pensando más en una alianza con el Polo que en impulsar decididamente a un candidato propio”, precisó un exalto funcionario de la Alcaldía en charla off the record con un periodista de EL NUEVO SIGLO.