Nada con Uribe
El panorama de la relación del presidente Santos con sus antecesores no se puede clasificar en blanco y negro, porque con cada uno de los exmandatarios hay particularidades. Es claro que con Álvaro Uribe es con quien la relación está peor. El expresidente no sólo es el jefe de la oposición al Gobierno sino que hizo de impedir la reelección de Santos su principal causa en los dos últimos años. Y para ello no sólo se ha convertido en su principal y más ácido crítico, sino que le tiene montada toda una estrategia con tal de encontrar un candidato que sea lo suficientemente fuerte como para atravesársele en las urnas a la opción de reelección.
Bien con Gaviria
Con el expresidente César Gaviria es con quien Santos parece estar más en sintonía. Se atribuye al exmandatario la estrategia que tiene al liberalismo como el partido que quiere convertirse, en la práctica, en el de “gobierno”, desplazando a La U. Santos y Gaviria coinciden, por ejemplo, en el tema de analizar a fondo un cambio en la estrategia antidrogas, e incluso se dice que ambos ven en Germán Vargas Lleras el nombre que puede servir de puente para avanzar en la ruta de la reunificación liberal. Las críticas de Gaviria al Gobierno han sido pidiendo corrección en las políticas y nunca a la persona de Santos. Además, el hijo del exmandatario es el jefe del partido Liberal, que fue el primero en poner sobre el tapete la necesidad de reelegir al hoy Jefe de Estado.
¿Y con Samper?
Las relaciones entre Samper y Santos son, al decir de los allegados al exmandatario, buenas pero no profundas. Los samperistas dicen que el Gobierno le ha dado juego a más de un dirigente o exfuncionario del expresidente liberal. También se sabe que en los picos de crisis puntuales, Santos ha llamado a Samper -como a otros exmandatarios- para consultar su opinión. Sin embargo, se sabe que Samper dista de Gaviria en que el liberalismo no se puede matricular anticipadamente en la opción de la reelección y que es necesario no sólo respetar un proceso interno en las toldas rojas, sino comprometer al Presidente-candidato con banderas propias de la colectividad. Sin embargo, el proceso de paz (sobre todo con el Eln) es el puente que uniría a Santos y Samper de una forma más natural.
Roce con Pastrana
Y en cuanto al expresidente Andrés Pastrana, hasta hace pocas semanas las relaciones entre él y Santos eran consideradas cordiales, aunque con diferencias marcadas en ciertos aspectos. Sin embargo, vino el primer roce de fondo por el juicio de responsabilidades que trató de hacer el Gobierno sobre sus antecesores debido al lesivo fallo de la Corte Internacional de Justicia que cercena a Colombia miles de kilómetros de mar territorial alrededor de San Andrés. Luego el tema del distanciamiento fue la mecánica del proceso de paz y el hecho de que éste tenga como telón de fondo la posibilidad de reelección. Sin embargo, ayer una alta fuente gubernamental indicó que Santos y Pastrana están de acuerdo con bajarle la temperatura a las polémicas y eso se concretará en reunión personal y privada en próximos días.