En los pasillos de la Casa de Nariño se afirma que el nivel de profesionalismo del gabinete es tal que, a diferencia de lo que pasó en la campaña de reelección de Álvaro Uribe en 2010, hasta el momento no hay una acusación directa y concreta contra algún ministro por adelantar actos que pudieran señalarse típica y claramente como proselitistas. Incluso, hay quejas de varios congresistas y dirigentes políticos contra algunos ministros porque éstos trabajan de forma absolutamente natural, concentrados y sin caer en excesos mediáticos para dar a conocer la gestión de sus despachos.
Para periodistas
Un grupo de expertos periodistas está confeccionando la arquitectura de un curso dirigido a los comunicadores con el fin de instruirlos en el cubrimiento de casos coyunturales como los ataques con ácido o la violencia contra las mujeres. Según uno de los impulsores de la idea “es claro que el periodismo tiene que revisar la forma en que se han cubierto los últimos casos de ácido y violencia contra la mujer, porque muchas veces por el afán de llevar la información o de poner de relieve el dolor de las víctimas y el estado de desquicio de los agresores, se cae en errores muy graves”.
Mejor esperar
Un alto mando de una de las principales multinacionales tenía prevista una visita a Colombia para anunciar la apertura de operaciones en el país, en alianza con una importante empresa nacional. Sin embargo, el evento se aplazó porque se consideró que el ambiente político está muy caldeado y que lo mejor esa esperar a que se definiera la contienda presidencial, es decir, que la visita se daría sólo en la segunda quincena de junio. Además, según lo dijo uno de los organizadores a un periodista deEL NUEVO SIGLO, “en estos momentos podemos anunciar que encontramos la cura para una enfermedad grave, pero la prensa no nos haría caso porque todo es política y campaña”. Vea pues.
Poco eco
La campaña electoral tiende a eclipsar el resto de la agenda noticiosa. Eso para nadie es un secreto. Sin embargo, para algunos sectores no por ello el país puede dejar de lado eventos a los que debió darles una importancia superlativa. Por ejemplo, hace un año que el Vaticano canonizó a la madre Laura Montoya, siendo la primera colombiana en entrar al santoral de la Iglesia Católica. La ceremonia fue por todo lo alto en la capital italiana con el Papa Francisco a la cabeza y una amplia delegación nacional, encabezada por el presidente Santos.
Mucha promesa, pero…
Es más, algunos dirigentes antioqueños se quejaban esta semana de que muchos de los actos y homenajes que hace un año se prometieron a nivel nacional, departamental y local, terminaron quedando en el aire con el paso del tiempo. No hay que olvidar que se habló de leyes de honores, conventos en su nombre y otros. Por ejemplo, se había hablado de que habría una gran campaña pedagógica para que todos los colombianos conocieran de cerca la labor de la Madre Laura, pero de esa promesa poco se ha visto en estos doce meses. Incluso se esperaba que la propia Iglesia Católica tuviera esta semana celebraciones especiales.