Poco o nada ha avanzado en el Alto Gobierno la posibilidad de que se considere una legalización del mototaxismo, como se ha referido varias veces en esta Sección en la última semana. Una alta fuente del Ejecutivo indicó que además de los problemas en materia de formalización empresarial, registro de conductores, fijación de tarifas, pólizas de seguro y de responsabilidad con terceros, y otros requisitos más para la autorización de una modalidad de transporte público, el mototaxismo está bajo la mira de las autoridades en muchas zonas del país debido a que distintas bandas criminales han incursionado en este servicio informal, a tal punto que cobran a los conductores ‘vacunas’ diarias y restringen a sangre y fuego la posibilidad de que otros puedan entrar al negocio. También es claro, de acuerdo con las altas fuentes consultadas, que en algunas ciudades varios mototaxistas han tenido relación directa con organizaciones delincuenciales.
Depuración petrista
En los corrillos del Concejo de Bogotá se afirma que el saliente alcalde Gustavo Petro piensa tomarse sólo unas breves vacaciones una vez entregue el poder el próximo 31 de diciembre y que volverá al país para empezar a armar un movimiento político de corte multipartidista que le debería servir de base para empezar a madurar lo que será su segura candidatura presidencial en 2018. Según allegados al primer círculo del petrismo, el saliente mandatario distrital tiene claro que no son muchos los alfiles que lo seguirán acompañando en esta nueva aventura política, no sólo porque buena parte de la dirigencia del Progresismo que entró a la Alianza Verde no piensa regresar con él, sino porque el propio Petro considera que algunos de sus aliados tuvieron posturas muy tibias en los momentos más críticos de su Administración y de la reciente campaña electoral. Por esta razón estaría pensando en marcarles distancia.
Desde la hora cero
Y hablando de la capital del país, en los círculos políticos cercanos al Palacio Liévano se asegura que el entrante alcalde Enrique Peñalosa tiene listas para aplicar desde la hora cero de su mandato, el primero de enero, varias medidas de alto impacto público con las que busca, preferencialmente, marcar ante la ciudadanía que el cambio en la administración no es sólo de nombres y titular, sino de políticas y énfasis muy diferenciados. Se dice que varias de las decisiones más controvertidas tomadas por la alcaldía de Petro serán reversadas de entrada y para ello ya están avanzados los respectivos borradores de decretos y resoluciones del caso.
¿Gabinete en la sombra?
Para terminar con la situación política de Bogotá, un alto funcionario petrista le dijo a un periodista de EL NUEVO SIGLO que no está descartado que la “Bogotá Humana” saliente conforme una especie de “gabinete en la sombra” para hacerle control político a la nueva administración peñalosista y replicar rápidamente las críticas que desde esta salgan a su antecesora. Paradójicamente en el equipo de empalme de Peñalosa hay más de una voz que considera que la alcaldía de Petro ha sido muy lenta en proyectar los balances sobre logros de su gestión, lo que impide que se pueda identificar claramente qué hizo y qué no hizo la saliente administración.-