La propuesta que ha tenido bastante eco en las últimas semanas en torno de que es tal la crisis en las altas Cortes judiciales que sería necesario pensar en la posibilidad de una especie de revocatoria de su período, ya empezó a preocupar a no pocos magistrados de los máximos tribunales, no tanto porque quieran seguir amarrados a sus cargos, sino porque en medio de la controversia se está metiendo a todos los juristas -como se dice popularmente- en el “mismo costal”, pese a que la gran mayoría no se han visto envueltos en escándalos ni han sido blanco de señalamientos.

Resquemores internos

Incluso se había pensado que los presidentes de las cuatro altas Cortes debían expedir un comunicado conjunto pidiendo respeto por la institucionalidad judicial e incluso señalando que la reforma a la justicia no debería ser utilizada en plena campaña electoral para tratar de lesionar la autonomía y legitimidad de los máximos tribunales. No obstante se dice en los corrillos del Palacio de Justicia que no hay consenso entre los magistrados, no sólo por las crecientes reservas y resquemores entre varias de las Cortes, sino porque incluso hay quienes sí son partidarios, en privado, de hacer un borrón y cuenta nueva en la integración de los altos tribunales.

Remember 1991

Sin embargo, un integrante de la Constituyente del 91 trajo a colación que esta revocatorias del período no siempre salen como se proponen, puesto que, de un lado, no existe ninguna  norma que permita renovar toda la plantilla de los máximos tribunales, sino que, además, tendría que prohibirse que los juristas que salgan no puedan volver a postularse o ser elegidos para un escaño en las altas Cortes. No hay que olvidar que cuando en la Constituyente se decidió revocar el mandato del Congreso, esa controversia en torno de si los parlamentarios salientes podían volver a candidatizarse terminó perdiéndose y el nivel de renovación en el Legistativo fue muy bajo.

Va ganando

Para nadie es un secreto que la nueva magistrada de la Corte Constitucional Gloria Stella Ortiz, que reemplazará a Nilson Pinilla, tenía el guiño del fiscal Eduardo Montealegre y que su escogencia se entendió en los corrillos políticos y judiciales como una derrota para el procurador Alejandro Ordóñez, pues el candidato que se decía tenía su respaldo no recibió mayores apoyos en la plenaria del Senado el miércoles en la tarde. Se dice que en los pulsos por escogencias de magistrados y otros altos funcionarios de la Rama Judicial el jefe del ente acusador le va ganando la partida al titular del disciplinario.

El CSJ en la mira

Para terminar con el tema judicial, uno de los grupos de expertos que están trabajando en un nuevo borrador de articulado para reformar la justicia, se dio a la tarea de recabar las propuestas concretas de los distintos candidatos presidenciales al respecto. Según trascendió, de ese análisis se concluyó, de un lado, que no hay propuestas novedosas frente a lo ya debatido en los últimos años y, de otra parte, hay coincidencia acerca de que el Consejo Superior de la Judicatura debe acabarse. La diferencia está en cómo y con quién o quienes reemplazarlo.