El presidente Santos, durante la posesión de altos funcionarios de la Casa de Nariño el lunes pasado, no sólo ponderó las capacidades de su nuevo equipo de colaboradores, sino que también admitió varios mea culpa. Por ejemplo, al hablar de la misión de Camilo Granada como Alto Consejero Presidencial de Comunicaciones, aceptó que es urgente una estrategia que le permita al Gobierno ser más efectivo en pedagogía de la paz y comunicación de la gestión. “Si vemos las estadísticas, si vemos los hechos, lo que este Gobierno ha logrado no se compagina con la percepción de mucha gente sobre lo que el Gobierno ha logrado, hay una desconexión grande entre los resultados, la realidad y la percepción. Y por eso el desafío en este momento es tratar de corregir esa desconexión y que los resultados, que esas estadísticas de las que hablaba un ejecutivo americano se conozcan mejor para poder cambiar la percepción y acercarla más a la realidad del país”.

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Y hablando de las posesiones, para no pocos analistas y congresistas con la designación de Juan Carlos Restrepo en la Dirección de Seguridad y las funciones extensas que el propio presidente Santos le delineó como coordinador del Consejo Nacional de Seguridad, prácticamente se está archivando la posibilidad de crear en este gobierno el Ministerio de Seguridad Ciudadana, que el Jefe de Estado había prometido en 2014 y durante la campaña reeleccionista. Restrepo actuará en coordinación con el Ministerio de Defensa y las diferentes fuerzas para definir las líneas de acción de las autoridades en el combate diferenciado a las distintas modalidades delictivas que afectan la convivencia urbana y rural. No hay que olvidar que cuando se creó, en agosto de 2014, el llamado entonces ministerio-consejero para el Posconflicto y la Convivencia Ciudadana, se pensaba que era la ‘cuota inicial’ del Ministerio de Seguridad Ciudadana, cuyo primer titular sería, precisamente, el general (r) Óscar Naranjo.

Reforma intermedia

Un exministro de Hacienda le dijo a un periodista deEL NUEVO SIGLO que el Gobierno debería apostar por una solución intermedia en materia de reforma tributaria estructural. Indicó que no se podía “caer en la irresponsabilidad fiscal” de no tramitar una reforma que, además de ser urgente para tapar el hueco presupuestal, está comprometida con la banca multilateral, la OCDE y las firmas calificadoras de riesgo, pero tampoco se “puede ir contra la corriente política imperante” que se opone a la iniciativa impositiva. “… La solución es apostar por una reforma tributaria menos ambiciosa a la inicialmente presupuestada, una reforma más de las ya presentadas, que facilite algunos recursos pero no tenga la modernidad ni profundidad de un ajuste estructural”, dijo el exministro, en charla off the record.

¿Coqueteos a uribistas?

Un reconocido parlamentario uribista comentó en una reunión de dirigentes del Centro Democrático que era necesario esclarecer algunos rumores que venían circulando en los corrillos políticos torno a si era verdad que el Gobierno alcanzó a ‘coquetearle’ a dos integrantes de ese partido político para que ingresaran al gabinete y que éstos alcanzaron a analizar el ofrecimiento, pero al final desistieron amablemente por considerar que la reacción del expresidente Uribe sería expulsarlos de sus toldas. ¿Será?