En las toldas del Centro Democrático se decidió que es necesario darle más espacio al candidato presidencial Óscar Iván Zuluaga, sobre todo para que su imagen se vaya posicionando más y no dependa tanto de la del expresidente Álvaro Uribe. Ello habría llevado, según una alta fuente de la colectividad, a que cada vez sean más las giras en donde Zuluaga va solo o acompañado de los senadores electos del Centro Democrático, mientras que Uribe hace campaña en otras zonas del país o cumple compromisos internacionales.
Casi, casi…
“Lástima, faltaron apenas dos semanitas”. Esa fue la afirmación que un alto dirigente de la Alianza Verde lanzó luego de conocer el jueves en la mañana que el Consejo de Estado había tumbado el fallo de destitución e inhabilidad que la Procuraduría le había impuesto al exalcalde de Medellín, Alonso Salazar. “… Si hace dos semanas se hubiera conocido ese fallo, Salazar habría sido un perfil de peso pesado para ser la fórmula presidencial de Enrique Peñalosa, ya que cumplía con los tres requisitos básicos que la campaña se había planteado como norte en la escogencia: ajeno a los partidos tradicionales, de provincia y con reconocimiento”.
¿Alcalde o gobernador?
Sin embargo, tan pronto como Salazar quedó habilitado políticamente, aunque falta que el fallo del máximo contencioso-administrativo quede en firme, a través de la publicación de la respectiva sentencia, empezaron los comentarios en los corrillos políticos paisas en torno de cuál podría ser el nuevo reto del exalcalde. De un lado, se dijo que Salazar podría aspirar de nuevo a la administración medellinense para suceder al liberal Aníbal Gaviria en los comicios de octubre del año próximo. No obstante también se indicó que Salazar podría ser la ficha que el gobernador de Antioquia, Sergio Fajardo, proyecte como un posible sucesor. Es claro que ambos tienen afinidades políticas, personales y programáticas, aunque se había rumorado cierto distanciamiento en los últimos meses.
Ni tan rápido…
La decisión del Consejo de Estado en el caso Salazar volvió a prender las esperanzas de varios dirigentes que han sido sancionados por la Procuraduría con “muerte política”. Sin embargo, una alta fuente del Consejo de Estado dijo ayer que cada caso es un universo jurídico distinto, y que así como en esta ocasión se reversó una sanción disciplinaria de la Procuraduría, constantemente se emiten fallos en los que se ratifica lo actuado por el Ministerio Público. Lo que pasa es que se trata de fallos que tienen poco eco mediático.
Cuestión de ópticas
En donde sí será clave el antecedente del caso Salazar es en el proceso que se está adelantando en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por el sonado caso del exalcalde Petro. Según prestigiosos juristas, aunque en las toldas del exmandatario capitalino dicen que la decisión del Consejo de Estado es un punto a favor de su causa ante esa instancia internacional, al probarse que la Procuraduría sí incurre en excesos, en las altas esferas del Gobierno se cree todo lo contrario, pues quedó claro que todo aquel que sea sancionado por el ente de control disciplinario tiene recursos internos y fiables ante el contencioso, que puede utilizar y, si la justicia le da la razón, el castigo será reversado.