Aunque faltan semanas para que el Gobierno ponga sobre la mesa su propuesta oficial de aumento del salario mínimo para el próximo año, EL NUEVO SIGLO supo, en fuentes del equipo económico ministerial, que los análisis preliminares que se han realizado al respecto apuntan a que el reajuste del sueldo básico tendría que ser similar al aplicado para este 2014, es decir, alrededor del 4,5 por ciento. Sin embargo, todo depende de si la inflación a noviembre termina siendo superior a la registrada para el mismo mes de 2013. El tema empezó a ser tratado de forma más concreta ayer, tras la instalación de la Comisión de Concertación de Políticas Laborales.

Un poco más alta

En los sindicatos se asegura que el aumento del salario debería estar por encima del cinco por ciento y sustentan ese pretensión en el último informe del DANE días atrás, según el cual en lo corrido del año los precios al consumidor acumularon una variación de 3,08%. Esta tasa es superior en 0,92 puntos porcentuales a la registrada para igual período de 2013, cuando se ubicó en 2,16%. Sin embargo, el aumento del costo de vida no es tan alto si se tiene en cuenta la inflación anualizada, es decir, septiembre 2013- septiembre 2014. Según el DANE, en los últimos 12 meses la variación acumulada fue 2,86%, una tasa superior en 0,59 puntos porcentuales a la registrado entre septiembre de 2012- septiembre de 2013.

Sólo no a reelección

Trascendió entre los ponentes para segundo debate del proyecto de reforma al equilibrio de poderes que si en determinado momento la Casa de Nariño ve que la iniciativa se está desbordando o que le cuelgan ‘micos’ que amenacen la estabilidad institucional, entonces el propio presidente Santos llamaría a los jefes de los partidos de la coalición de Unidad Nacional para urgirles que depuren el articulado o que, en su defecto, sólo se apruebe lo relativo a la prohibición de la reelección. El criterio del Gobierno ya fue notificado de manera directa y concreta a los ponentes y algunos directivos partidistas.

Peros a De La Calle

El pronunciamiento del jefe negociador gubernamental en La Habana, el exvicepresidente Humberto de la Calle, criticando la propuesta de voto obligatorio frente a la posibilidad de que éste se aplique para el mecanismo de refrendación en las urnas del eventual acuerdo de paz con las Farc, no cayó nada bien en varios sectores de la Unidad Nacional. Un senador que es considerado muy cercano a la Casa de Nariño le dijo a un periodista de este diario que “… De la Calle debería dedicarse a las negociaciones y dejar que el Congreso haga su trabajo, pues la agenda legislativa todavía es autónoma de lo que pasa en la Mesa de La Habana”. Vea pues.

Curioso impedimento

Y hablando del Congreso, se sabe que a varios de los parlamentarios, no solo uribistas sino conservadores y de otros partidos, no les suena para nada el proyecto del senador Juan Manuel Galán que pretende regularizar el uso legal de la marihuana para pacientes crónicos o terminales que la requieran por cuestiones paliativas. Incluso, uno de los congresistas críticos llegó al extremo de decir que antes de comenzar la discusión de la iniciativa se debía preguntar a los senadores y Representantes si alguna vez habían consumido marihuana y, en caso positivo, “declararse impedidos” ¿…?