En el cierre del primer tramo de la legislatura los balances están a la orden del día. Por ejemplo, uno de los senadores más veteranos de La U que fue consultado por un periodista de EL NUEVO SIGLO respecto a cómo le fue a su colectividad, no dudó en afirmar que “pasaba el año con 4 sobre cinco, no sólo porque fue pieza clave para las elecciones presidenciales, sino porque con la salida del conservatismo de la Unidad Nacional, La U se confirmó como la verdadera columna vertebral de la coalición… Sin embargo, creo que en el Congreso al partido le ha faltado más iniciativa propia, pues terminamos tramitando la agenda del Gobierno pero muy pocos proyectos propios… Ahí nos faltó más”.
Una bandera menos
Por el lado de los liberales, la preocupación es otra. Varios de sus parlamentarios consideran que el partido se quedó sin la bandera del empleo, que tanto les sirvió en medio de la contienda electoral. “… La U dice que es el partido de gobierno y eso pesa mucho en el tema de paz… Cambio Radical tiene vivienda e infraestructura, pero los liberales nos quedamos sin la bandera del empleo y los ministerios que tenemos son muy técnicos y manejan temas que dan poca vitrina a la colectividad… Eso debe mirarse a fondo pues estamos a menos de once meses de las elecciones regionales”, precisó un parlamentario de las toldas rojas, que pidió la reserva de su nombre.
Alerta en Cambio
Por el contrario, en las toldas de Cambio Radical hay una preocupación que se les ha escuchado a varios de los parlamentarios. En las toldas de ese partido se dice que hay voces ya en varios departamentos y municipios que asoman una estrategia de “juego sucio” al tratar de satanizar a los candidatos de la colectividad, señalándolos de querer hacer en la campaña del próximo año una presunta utilización electoral de los programas de infraestructura. Y esas voces que hacen circular esas versiones, señalan parlamentarios de Cambio, no provienen sólo de la oposición, sino también de las toldas de la coalición gobiernista, el uribismo, el conservatismo, el Polo y otros.
División ‘suicida’
Por los lados del Polo, la alerta tempranera va dirigida a una circunstancia que ya había sido advertida semanas atrás en esta Sección. Se teme que los votos de la izquierda y la centro-izquierda se terminen dividiendo entre los candidatos del Polo, Marcha Patriótica y la Unión Patriótica, e incluso de la misma Alianza Verde (en donde hay una parte de los Progresistas de Petro). Por lo mismo, se insiste en que deben buscarse alianzas para apoyar candidatos de izquierda únicos, pues la división de la votación podría significar un golpe muy duro en los comicios de octubre en materia de escaños en concejos, asambleas y JAL, así como en alcaldías y gobernaciones.
Temor azul
Y, por último, en el Conservatismo se dice que es urgente superar la división interna entre santistas y uribistas, porque en esas circunstancias el golpe para las cuotas de representación regional y local podría ser muy fuerte para el partido. Se teme que la división empuje una estrategia muy marcada de alianzas con otros partidos y movimientos políticos, y en ese escenario la cantidad de candidatos elegidos que puedan ser reclamados directamente como del partido, disminuya sustancialmente.