En medio del alborotado escenario político pocos recuerdan que hace un año el país estaba impactado tras conocerse, por anuncio del propio mandatario, que el presidente Santos sería sometido a una cirugía para extirparle un “un tumor pequeño, localizado en la glándula prostática”. La noticia generó de inmediato una ola de solidaridad con el Jefe de Estado, en tanto que todo el cuerpo médico que lo atendió en la Fundación Santa Fe dio un parte de tranquilidad, al considerar que se trataba de un procedimiento preventivo que no ponía en riesgo la vida del Presidente.

Mujeres y viceministerios

La bancada de mujeres en el Congreso está muy atenta a la designación de los viceministros tras el reciente relevo en el gabinete así como cambios en la segunda línea de otras carteras. Hay varias parlamentarias que consideran que debe existir en los viceministerios un respeto a rajatabla de la llamada “Ley de cuotas”, y que incluso la proporción de mujeres en estos cargos debería ser mayor a los mínimos exigidos por las normas vigentes. Una vez se completen los nombramientos se citaría a un debate en el Congreso para analizar el tema.

Ni tan tristes

Mientras que en el Congreso del Partido Verde, el jueves pasado, muchos se alegraban de que la colectividad, que ahora se llamará Alianza Verde, tras unirse con Progresistas, se retirará de la Unidad Nacional y lanzará su propio candidato presidencial, algunos de los más altos dirigentes del Gobierno también estaban contentos con la noticia ¿La razón? Sencillo, que la consulta presidencial de la Alianza le quitará votos a la consulta de los precandidatos uribistas, ya que ambas se realizarán el mismo día de los comicios parlamentarios en marzo. De esta manera, el antisantismo se dividirá en las urnas.

Por ahora no

El fin de semana una alta fuente gubernamental descartó que el Gobierno fuera a pedir a los delegados de Venezuela, Chile y Noruega que activaran sus buenos oficios para bajarle el tono a las tensiones en la Mesa de Negociación con las Farc en La Habana. Sin embargo, según la fuente consultada, el Ejecutivo considera que la intervención de los países facilitadores debe reservarse para crisis de mayor espectro. Lo cierto es que sólo esta semana se sabrá cuál es el ambiente en la mesa, una vez se arranque un nuevo ciclo de discusiones.

No de barras

La propuesta del alto consejero para la Convivencia Ciudadana, Francisco José Lloreda, en torno de que debería estudiarse si los equipos de fútbol profesional deberían empezar a hacerse cargo de la seguridad en el interior de los estadios, con el fin de liberar de esa responsabilidad a un gran número de uniformados, que serían destinados a otras labores de preservación del orden público, fue descartada por los propios líderes de las barras en Bogotá. “… Eso no tiene lógica, pues si muchos hinchas no respetan ni a la Policía, menos lo van a hacer con un vigilante particular”, dijo uno de los voceros de las barras, que pidió la reserva de su nombre.