Por estas mismas fechas hace un año el panorama político estaba muy caldeado, no sólo por el tempranero y agitado arranque de la campaña presidencial, sino porque faltaban pocos días para las elecciones parlamentarias. Las últimas encuestas daban cuenta de que el Centro Democrático podría ser el partido con más curules en Senado y Cámara de Representantes. El optimismo del uribismo era tal que varios de sus más connotados voceros afirmaban que sacarían entre 35 y 50 escalos en el Senado y no menos de 40 en la Cámara. El domingo 9 de marzo, entrada la noche, la realidad era otra: el Centro Democrático apenas si alcanzaba 20 curules en la primera corporación, pese a que la lista fue liderada por el expresidente Uribe, y un número similar de escaños en la segunda.
Tampoco ellos
Y hablando de situaciones que hace un año se daban por seguras pero que al final de cuentas no se concretaron, se recuerda que una de las mayores sorpresas en La U era que los senadoresMusa Besaile Fayad y Bernardo Elías habían sacado impresionantes votaciones, al situarse por encima de los 140 mil votos y ubicarse primero y segundo de la lista, respectivamente. El acuerdo en La U, antes de la cita en las urnas, era que quien sacara la mayor votación presidiría el Senado a partir del próximo 20 de julio. Sin embargo, la polémica en torno de los llamados “Noños” sucreños y su manera de hacer política, llevó a que desistieran de esa posibilidad y el cargo recayó en José David Name.
Ahí está y…
Otra cosa que tampoco pasó pero que un año atrás, pasada la contienda parlamentaria, se daba como segura era que el exmandatario y jefe de la oposición no se posesionaría como legislador o que, en caso de hacerlo, estaría en el Congreso apenas unos pocos meses, debido a que no quería perder el fuero expresidencial, que lo pone bajo la órbita judicial de la siempre cuestionada Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara. Es claro que al asumir como parlamentario entonces cualquier proceso en su contra debe ser asumido por la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia. Hoy no sólo está claro que Uribe va para largo en el Congreso, sino que hasta el momento la Sala Penal no lo ha vinculado formalmente a ningún nuevo caso en su contra.
Unidos para votar
Un último dato sobre lo que hace un año, con base en el nuevo mapa político dejado por las elecciones parlamentarias, se creía que iba pasar, pero al final no ocurrió. No pocos analistas consideraban que si bien la coalición de Unidad Nacional había mantenido las mayorías en ambas cámaras, era casi inevitable que el uribismo y una facción de la bancada conservadora terminaran haciendo alianzas en el nuevo Congreso. La división de la colectividad azul en la contienda presidencial, sobre todo de cara a la segunda entre Santos y Zuluaga, reafirmó esa hipótesis. No obstante en el Congreso que arrancó en julio pasado, la bancada conservadora, pese a estar fraccionada, es casi monolítica al votar y la tal alianza con el uribismo nunca se concretó.