Una alta fuente militar confirmó que salvo los cabecillas de los bloques Sur y Oriental de las Farc, que aún permanecen escondidos en Caquetá, Meta, Guaviare y otras zonas selváticas de esa parte del país, la mayoría de los jefes del resto de bloques subversivos habrían optado por irse del país, algunos a La Habana para hacer parte de la negociación de paz con el Gobierno y otros a Venezuela o países centroamericanos. Al mando de esas facciones guerrilleras quedaron cabecillas que si bien llevan mucho tiempo en las filas insurgentes, no tienen el suficiente ascendiente sobre los frentes y cuadrillas, de allí que los índices de deserción y desmovilización hayan aumentado en los últimos meses.

Temor en testaferros

De acuerdo con las mismas fuentes castrenses, tras los operativos de la semana pasada que permitieron incautar en el Caquetá predios por más de 20 mil millones de pesos que estaban a nombre de testaferros del abatido cabecilla de las Farc, Jorge Briceño, alias ‘Mono Jojoy’, varios jefes de frente de las Farc en distintas partes del país estarían alertando a quienes también cumplen igual papel de propietarios de fachada de fincas, casas y otros bienes muebles e inmuebles que fueron despojados a sangre y fuego a sus verdaderos dueños.

Notarios en la mira

Se dice que en estas operaciones ilegales más de un notario o exnotario que participó en los procesos para tratar de legalizar las operaciones de compra-venta ilícitas está ya en la mira de las autoridades. La noticia es bastante preocupante para el gremio de los llamados “dadores de fe pública”, si se tiene en cuenta que solo en la última semana han sido detenidos dos de estos funcionarios, uno de Montería y otra del Urabá antioqueño, por cuenta de los operativos de la Fiscalía también por varios casos de usurpación de tierras en los que estarían involucrados antiguas facciones paramilitares y ganaderos.

Un millón de hectáreas

Los cálculos de las autoridades indican que, por lo menos, la guerrilla se habría apoderado en las últimas dos décadas de más de un millón de hectáreas en distintas partes del país. Los reclamos de reparación, en el marco de la Ley de Restitución de Tierras, están concentrados en los departamentos de Tolima, Meta, Norte de Santander, Bolívar, Magdalena, Sucre y Cesar.

De siembras a ‘siembras’

Uno de los investigadores de la Fiscalía indicó que hay algunas diferencias en los procesos para recuperar los predios robados por autodefensas y la subversión. Por ejemplo, a diferencia de la mayoría de las tierras robadas por grupos paramilitares, buena parte de las cuales están cultivadas o dedicadas a la ganadería extensiva en zonas en donde el metro cuadrado es muy costoso, muchos de los predios despojados por la guerrilla se encuentran también sembrados, pero de‘minas quiebrapatas’. Además, si bien las Farc robaron fincas muy productivas, también se apoderaron a sangre y fuego de terrenos en zonas muy alejadas de los centros urbanos, de alta montaña, en donde el precio de la tierra es muy bajo.