En los altos círculos del gobierno colombiano ya se evalúan posibles escenarios en caso de que el presidente venezolano Hugo Chávez no pueda ejercer el período para el que fue reelecto en octubre pasado y para el cual debe posesionarse a comienzos de enero, aunque esa posibilidad está en duda puesto que el mandatario se encuentra hospitalizado en Cuba y tanto de los partes médicos oficiales como de las especulaciones extraoficiales se infiere que su estado de salud se deteriora por cuenta del cáncer que le hizo metástasis.
Con Chávez
Hay dos escenarios que se estarían evaluando. El primero se enmarca dentro de la tesis de que si Chávez llega a morir o termina en un estado de crisis en su salud que le impida ejercer el día a día del poder en Venezuela, el vicepresidente (y señalado sucesor del enfermo mandatario) Nicolás Maduro se erige como un símbolo de continuidad de las buenas relaciones entre Bogotá y Caracas. Es más, se considera que incluso si fuera necesario llamar a elecciones presidenciales de nuevo, Maduro, al tenor del triunfo del chavismo en las recientes elecciones regionales, tiene un alto chance de resultar electo y garantizar la continuidad gubernamental.
Sin Chávez
Un segundo escenario es más cauteloso, pues en el alto gobierno colombiano hay quienes consideran que, al igual que el expresidente Uirbe y el uribismo en Colombia, el chavismo sin Chávez no tiene la misma potencia política y electoral. Así las cosas, quienes se alinean con esta hipótesis sostienen que le conviene a la administración Santos ir tomando, de manera lenta pero detectable, distancia en su “amistad” con el chavismo, pues la oposición podría ganar en una eventual nueva citación a las elecciones presidenciales en el vecino país, y allí es claro que las relaciones entre Caracas y Bogotá podrían ser replanteadas por el antichavismo radical si llegar al poder.
En la mira
En fuentes, como decía el maestro Arturo Abella, “de alta fidelidad” de la Procuraduría se rumora que esa entidad está preparando una medida que afectaría en forma grave a la administración de Gustavo Petro. Aún no se sabe sobre qué situación o cuál funcionario recaería la actuación disciplinaria, e incluso no se descarta que sea sobre el propio alcalde Gustavo Petro. No hay que olvidar que la Procuraduría ya le infligió esta semana un duro golpe a la Administración Distrital con la destitución, en fallo de primera instancia, del secretario de Gobierno, Guillermo Asprilla.
Caso DNE
Y hablando de la Procuraduría, se afirma en las mismas “fuentes de alta fidelidad” que el Ministerio Público tomará en el primer trimestre del próximo año decisiones de fondo sobre las anomalías que se presentaron en la -hoy en proceso de liquidación- Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE) y que en las pesquisas disciplinarias hay altos funcionarios y congresistas en la mira. Por otra parte, en este caso existe expectativa frente a lo que pueda pasar con el exdirector de la entidad, Carlos Albornoz, a quien la Fiscalía le imputará hasta ocho delitos. A mediados de enero debe terminar la respectiva diligencia judicial y ese día se sabrá si el exalto funcionario podría ser cobijado con una medida de aseguramiento.