Entre espada y pared | El Nuevo Siglo
Lunes, 15 de Abril de 2013

La situación del uribismo es cada día más complicada, pues las alianzas electorales y políticas que logran ir concretando varios de sus principales alfiles, se ven impactadas muy pronto por las polémicas que generan los pronunciamientos críticos del exmandatario. Como se dijo la semana pasada, el problema se genera en nivel de gobernadores y alcaldes que se ven perjudicados por las denuncias de Uribe sobre un clima de inseguridad en muchas ciudades y departamentos, que si bien tienen como blanco principal al gobierno Santos cuestionan la gestión de los mandatarios seccionales y locales. Incluso varios diputados y concejales que hacen parte de las coaliciones que respaldan a esas administraciones municipales y departamentales quedan en una posición muy incómoda, pues por un lado desde el Centro Democrático les hacen coqueteos políticos y electorales y, por el otro, los gobiernos que apoyan son afectados por los duros señalamientos del expresidente.

 

¿Haciendo agua?

Una fuente del Polo Democrático dijo el viernes pasado que la coalición de Unidad Nacional estaba “haciendo agua” y que a medida que se acercara la campaña electoral el “nivel del agua iba a seguir subiendo en ese barco…”. En la colectividad de izquierda se piensa que los problemas en la coalición gobiernista pueden llevar a corto plazo a que la candidatura reeleccionista ya no sea lanzada por aclamación mayoritaria, sino que varios partidos de la Unidad Nacional decidan jugarse con candidato propio en la primera vuelta presidencial y luego, en caso de que Santos pase sobradamente a la segunda, sí renegociar una alianza con el Presidente-candidato. Obviamente en esos análisis que se hacen en la izquierda todos los escenarios conducen a que habrá espacio para una especie de candidatura de tercería dada la polarización de santistas y uribistas en la puja por la sucesión en la Casa de Nariño.

Mala hora (I)

En el Senado hay voces que consideran que al presidente de la corporación Roy Barreras ya le pasó el cuarto de hora y su poder e influencia se vienen marchitando de forma acelerada, no sólo por los roces que ha tenido con la Casa de Nariño, sino porque la polémica de la semana pasada en torno de que había comprometido en la campaña electoral de 2010 su voto en lo relacionado con el aborto y el matrimonio entre personas del mismo sexo, le restarán mucha credibilidad y capacidad de manejo en la agenda parlamentaria.

Mala hora (II)

No opinan igual en La U, en donde si bien consideran que Barreras está herido en un ala, también advierten que se está sobredimensionando su difícil coyuntura con el ánimo de que los liberales puedan ir abriendo camino al próximo presidente del Senado. “… Roy no tuvo una buena semana y todos sabemos que la prensa bogotana no es que lo quiera mucho, pero de ahí a decir que perdió peso e influencia hay mucho trecho… Lo que pasa es que los liberales quieren montarse en el potro de la presidencia del Senado antes y saben que la alianza entre La U y los conservadores prácticamente hipoteca esa posibilidad a lo que piensen estas dos bancadas…”, dijo un parlamentario de La U que pidió la reserva de su nombre.