Hace un año, en la antesala de la votación de la segunda y definitiva vuelta de la elección presidencial, más específicamente el 10 de junio de 2014, el Gobierno y el Eln informaron sobre el inicio formal de los diálogos exploratorios. El propio Santos, al referirse al comienzo de esa etapa, dijo que “el conflicto es sólo uno y por eso el proceso para poner fin al conflicto es uno”. “No puede haber dos modelos de dejación de armas, ni dos procesos de refrendación, ni dos ejercicios de esclarecimiento de la verdad”, sostuvo. Un año después, pese a múltiples reuniones secretas entre delegados de ambas partes, ese proceso con el Eln se encuentra estancado y no hay visos de que avance en el corto plazo.
Las condiciones
Por ejemplo, el Gobierno precisó en ese entonces que hasta cuando quedaran acordadas en la fase exploratoria todas las condiciones necesarias, no se daría el siguiente paso, que era el inicio de una mesa formal de conversaciones, que tenían como objetivo final la terminación del conflicto y la dejación de armas. Se insistió en que el proceso sería en el exterior, sin cese el fuego bilateral, sin despejar ni un milímetro del territorio nacional y sin desmilitarización de ningún tipo, teniendo siempre como eje central a las víctimas.
Muy lejos
Al final de cuentas, como se sabe, no hay mayores progresos con el Eln. Incluso, el propio Santos advirtió hace tres meses, luego de ataques terroristas y militares de esa guerrilla, que el Eln demostraba con sus acciones que adolecía de voluntad de paz y, por lo tanto, había ordenado a la Fuerza Pública arreciar el combate a esa facción armada ilegal. Mientras alias ‘Gabino’, máximo comandante del Eln, ha reiterado que son culpa del Gobierno las demoras para formalizar la mesa de negociaciones, el propio Presidente de la República ha refutado esos señalamientos y responsabilizado de las trabas al grupo subversivo. Días atrás se conoció que el cabecilla insurgente había viajado a La Habana para reunirse con la delegación negociadora de las Farc. ¿La conclusión? Según los líderes guerrilleros, que habrá dos mesas separadas que confluirán al final de los procesos.
Cuatro de seis
Por lo pronto, del ritmo de las conversaciones secretas, la mayoría en Ecuador y Venezuela, se sabe que, según declaraciones en enero de alias ‘Antonio García’, segundo máximo cabecilla del Eln, tras 15 reuniones ya se había avanzado en una agenda de seis puntos, de los cuales ya cuatro estaban acordados. “Participación de la sociedad”, “Democracia para la paz”, “Víctimas” e “Implementación del acuerdo y refrendación de los mismos” ya tenían un principio de acuerdo, mientras que estaban pendientes “Transformaciones necesarias para la paz” y “Fin del conflicto armado”. Pero, como se dijo, hasta hoy no hay nada en concreto.