No son pocos los congresistas que consideran que al Gobierno se le puede estar haciendo tarde para la presentación del proyecto de reforma política y judicial, que incluirá, entre otros aspectos, cambios en nivel constitucional para recuperar el equilibrio de poderes. Se afirma que si la respectiva iniciativa, que por ser acto legislativo requiere ocho debates en dos tramos de legislaturas distintos, entonces los tiempos para los primeros cuatro empiezan a apretarse a partir de la segunda quincena de septiembre, ya que deben surtirse en menos de tres meses. Se afirma en los pasillos del Congreso, que la iniciativa, que está siendo ambientada con las distintas bancadas, llegaría apenas en dos semanas, y que su defensa no sólo la haría el titular del Interior, Juan Fernando Cristo, sino el entrante ministro de la Presidencia,Néstor Humberto Martínez.
Erradicar “mermelada”
En las toldas de la oposición ya hay quienes consideran que debe sacarse de circulación el término “mermelada”, no sólo porque la opinión pública nunca entendió la percepción negativa que el uribismo y otros sectores contradictores del Gobierno quisieron darle, sino porque ahora el presidente Santos ha intensificado el uso de esa palabra cada vez que inaugura una obra, anuncia un proyecto o explica un programa en cualquier región del país, dando a entender que la “mermelada” son los recursos que se invierten para el progreso social. Incluso un congresista opositor dijo que no era políticamente “taquillero” seguir peleando contra la “mermelada”, cuando la gente en las regiones “lo que está es pidiendo más mermelada al Gobierno”. Las vueltas que da la vida… o mejor la política.
Gajes políticos
“… Yo les doy un cursito gratis”. Esa fue la respuesta que le dio un congresista del Polo a una pregunta de un periodista de EL NUEVO SIGLO en torno de qué opinaba del acto de la bancada del Centro Democrático la semana pasada, cuando en la plenaria del Senado exhibieron carteles en donde se leía que eran opositores no criminales. Tras pedir que no se citara su nombre, el parlamentario de izquierda recordó que durante los ocho años del gobierno Uribe el Polo tenía “patentado” el uso de esa clase de pancartas en el Congreso, sobre todo cuando desde la Casa de Nariño “nos acusaban a varios de nosotros de ser guerrilleros vestidos de civil”. Incluso, el congresista del Polo dijo que todavía tenía en su casa alguna de esas pancartas y que se las podía regalar a los uribistas. Sin comentarios.
¿Y si no lo extraditan?
Ayer en la mañana, en la antesala de la elección de los magistrados del CNE en la plenaria del Congreso, uno de los temas más comentados era la petición de la Corte Suprema de Justicia a la Cancillería para que se tramite ante el Gobierno de Estados Unidos la extradición a Colombia del condenado exministro Andrés Felipe Arias. Mientras que hubo consenso en torno de que siendo anterior la petición de asilo de éste en Estados Unidos, la solicitud de extradición quedaría congelada por varios meses, también hubo congresistas, sobre todo senadores santistas, para quienes una eventual negativa de Washington a entregar al exalto funcionario a la justicia colombiana, debería dar pie, de entrada, a replantear todo el esquema de extradición e, incluso, congelar el envío de colombianos a ese país por la falta de reciprocidad en el mecanismo de colaboración judicial transnacional.