Dos ópticas
No es menor la controversia en el interior del gremio de los ganaderos por la postura del presidente de Fedegan, José Félix Lafaurie, frente al proceso de paz entre el Gobierno Santos y las Farc. Mientras que algunos sectores consideran que son válidas sus reservas frente a si es real la voluntad de paz de la guerrilla, otros advierten que el hecho de que la controversia haya pasado del tema argumental al político y electoral, afecta la posibilidad de hacer una lectura objetiva de la polémica y, peor aún, deja al gremio de los ganaderos como si fuera un opositor del santismo y estuviera matriculado en el uribismo.
¿Carta pública?
Incluso, el fin de semana trascendió que varios reconocidos ganaderos estaban analizando la posibilidad de enviar una carta pública dirigida al presidente Santos en donde le expresarían que respaldan los intentos de buscar la paz en el país, pero también ponían de presente las dudas y reservas que tienen frente a qué tanto se puede ceder a las Farc a cambio de que se desarmen e ingresen a la legalidad. “… El problema no es si (el jefe del equipo negociador gubermanental, exvipresidente Humberto) De la Calle tiene la razón o la tiene Lafaurie, el problema es que un debate que tiene fondo y debe darse, termine eclipsado o subordinado por el caldero político o electoral”, precisó uno de esos ganaderos, que pidió la reserva de su identidad.
Tampoco
Pero la polémica no paró allí. También trascendió que en el interior del Consejo Gremial, que reúne y lleva la vocería de las principales instancias productivas del sector privado, se escucharon voces a favor de que se expidiera una declaración formal terciando en el rifirrafe verbal de la semana pasada entre De la Calle y Lafaurie. Al final de cuentas no pasó nada, pues el impulsor de la idea hizo algunas pocas consultas al respecto y la respuesta que obtuvo es que la controversia había derivado en el campo del pulso santista-uribista, y allí el Consejo Gremial no debería enredarse ni dejarse enredar.
Relevo (I)
En las toldas de La U hay quienes consideran que si el ministro de Vivienda, Germán Vargas Lleras, decidiera renunciar para irse al campo político y electoral, su sucesor debería salir del llamado “partido de gobierno” y no de las canteras de Cambio Radical u otra colectividad de la coalición de Unidad Nacional. Incluso ya tienen una baraja de tres nombres, encabezada por el actual presidente del Fondo Nacional del Ahorro, Ricardo Arias.
Relevo (II)
Sin embargo, una alta fuente de la Casa de Nariño indicó que el presidente Santos no movería a Arias por ningún motivo, puesto que no solo su tarea ha sido muy buena, sino porque la cartera de Vivienda es el órgano rector de toda la política sectorial, en donde el Fondo, pese a ser una entidad pública, es un competidor fuerte. Según la fuente, mover a Arias sería tanto como pasar al presidente de un banco público a titular de la Superintendencia Financiera. Incluso tendría que declararse impedido en muchos aspectos. No obstante en La U consideran que no hay tales impedimentos.