Las alarmas en el equipo económico del Gobierno están prendidas, porque se teme que el nivel de las exportaciones a Centro América e incluso a Ecuador se vayan a resentir, debido a que el desaceleramiento de las economías de esas naciones impacte de forma sustancial las ventas externas del país. Por lo mismo, trascendió que varios gremios le insistirán al Gobierno en los próximos días en la necesidad de que se aumenten las políticas de apoyo a los exportadores. Sin embargo, es sabido que en el Ejecutivo consideran que el menor dinamismo en las ventas externas está compensado por un dólar más caro y que de esta forma lo que se pierde por volumen de exportaciones se gana por la vía del fortalecimiento de la divisa frente al peso colombiano.
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Debate a los TLC
En el Congreso las bancadas del Polo, tanto en Senado como en Cámara, están preparando un nuevo debate sobre el impacto que han tenido en la economía colombiana los TLC firmados tanto el por el gobierno de Uribe como por el de Santos. Según conoció EL NUEVO SIGLO, uno de los principales argumentos tendrá que ver con que ahora tanto los industriales como instancias gubernamentales están aceptando plenamente que sí hubo cierta improvisación en la suscripción de tales acuerdos y que la prueba evidente ha sido que las balanzas comerciales entre el país y las naciones con las que se tienen tales pactos se han deteriorado en perjuicio de Colombia. Se sabe que el gobierno Santos decidió desde hace más de dos años quitarle el pie al acelerador a las posibilidades de más TLC y que los pocos que vienen avanzando, sobre todo con naciones asiáticas, tienen cortinas de protección a los nichos productivos internos mucho más fuertes y detallados que las pactadas en los primeros TLC negociados y firmados años atrás y que entraron en vigencia en el último quinquenio. Por lo pronto, es claro que algunos de los argumentos que en su momento esgrimiera el senador Jorge Enrique Robledo en torno los riesgos de algunos TLC y que fueron catalogados como exagerados e incluso apocalípticos, se han venido confirmado en algún porcentaje, y es seguro que así lo ratificará en los debates venideros.
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Monitoreo parental
Tras la sentencia divulgada días atrás, en la que la Corte Suprema de Justicia habilita a los padres para poder monitorear los correos electrónicos y redes sociales de sus hijos menores de edad, se sabe que dos parlamentarios estarían pensando en aterrizar el delicado tema en una ley que determine de forma taxativa y puntual cuáles serían las herramientas que los progenitores podrían tener para aplicar dicha facultad. Este tema es, desde el punto de vista normativo, muy complejo, porque no solo abarca la relación entre padres e hijos y la disposición de estos últimos a facilitar el acceso, las claves y las contraseñas de correos y redes a los segundos, sino que también llevaría a establecer si es posible que por orden judicial los operadores de dichas redes, como Facebook, Instagram, Twitter y otras, faciliten el acceso de los padres a las cuentas de sus hijos, así estos se opongan.