Uno de los temas más urgentes en enero para varios congresistas es el referido a una convocatoria previa del Gobierno para analizar el informe que está por presentar la Comisión de Expertos creada para proyectar las bases de una reforma tributaria estructural. Al final del año pasado, durante las reuniones en la Casa de Nariño con las distintas bancadas parlamentarias se habló de que el Congreso tendría un papel más protagónico en el debate del respectivo informe, a diferencia de lo ocurrido con otras reformas tributarias en las que senadores y representantes sólo conocieron los proyectos cuando estos fueron radicados, pero no pudieron participar de la discusión previa en foros y audiencias especializadas. El Gobierno se comprometió a que en esta ocasión el Congreso sí tendrá voz en la antesala y socialización de los alcances de la iniciativa.
Debate tributario (II)
“… Lo que vemos es que el Congreso debe participar desde el vamos en la formación del proyecto, toda vez que los tiempos para esa reforma tributaria van a estar muy apretados al final del año…Ya parece claro que ese proyecto solo se llevará al Congreso en el segundo semestre, pues en el primero se abrirá el debate nacional y luego el Gobierno tendrá que concentrarse en la respectiva redacción del articulado, un proceso que tratándose de una reforma estructural no será rápido y requeriría de uno o dos meses como mínimo... Lo que queremos es cuando el proyecto llegue al Congreso ya haya surtido esa etapa de foros y audiencias públicas que tanto tiempo demandan en las Comisiones Terceras para analizar los alcances e implicaciones de cada artículo… Lo que queremos, entonces, es que el proyecto ya llegue medio cocinado a las comisiones y con discusión amplia al interior de las bancadas, y así ganemos tiempo para que pueda ser aprobado antes de que termine la legislatura en diciembre”, dijo un senador de la Unidad Nacional a un periodista de EL NUEVO SIGLO.
Cola ministerial
Como siempre ocurre en los inicios del mandato de gobernadores y alcaldes, más de uno está tratando de agendar y conseguir lo más rápido posibles citas con ministros y altos funcionarios con el fin de poder acelerar el arranque de obras y proyectos que prometieron en la campaña electoral. Según el mandatario seccional de uno de los departamentos más importantes del país, el presidente Santos les dijo en diciembre, durante la primera cumbre con los mandatarios electos, que si algún ministro o alto funcionario no los atendía con prontitud, le pusieran la queja al propio Jefe de Estado para tomar las decisiones del caso. Se sabe que entre los ministros que más cola tienen para citas con gobernadores y alcaldes el top cinco es liderado por los titulares de Transporte, Hacienda, Vivienda, Agricultura y TIC.
Ferias y fiestas
Uno de los proyectos que podría llegar al Congreso en marzo próximo es el referido a la obligatoriedad que tendrían todos los alcaldes de celebrar las llamadas “ferias y fiestas” tradicionales en cada población. Según trascendió entre los asesores de un reconocido parlamentario de la Costa Caribe, hay muchos mandatarios que por razones presupuestales, de conveniencia política e incluso religiosas e ideológicas ha optado por no realizar estos festejos año tras año. Esa situación, no sólo afecta la identidad cultural y tradiciones propias de cada municipio, sino que también representa una afectación económica para los habitantes de esas poblaciones, pues las “ferias y fiestas” atraen turismo, comercio y mueven la economía local, muchas veces como único evento importante del año.