Consumo de drogas | El Nuevo Siglo
Jueves, 9 de Junio de 2016

La encuesta semanal de la firma Yanhaas preguntó sobre el tema de la despenalización del consumo de drogas en Colombia y los resultados fueron sorprendentes. Teniendo en cuenta los recientes acontecimientos del Bronx en Bogotá, en dónde la Alcaldía y la Policía Nacional realizaron operativos contra el narcotráfico en la zona, se leyeron a los consultados dos frases y se les pidió decir con cuál de ellas estaba de acuerdo. Un 35% se mostró partidario del enunciado “Cada persona es libre de consumir lo que quiera y debe asumir las consecuencias que esto puede traer para su salud”, en tanto que el 53% se pusieron de parte de la frase “El gobierno debe continuar castigando a quienes consumen drogas”. No deja de sorprender que en un país en donde hace mucho tiempo es permitido el porte de la dosis personal de estupefacientes, aún la mayoría de la opinión, al tenor de esta encuesta, considere que debe penalizarse tal consumo.

 

Drogadictos, un problema

A propósito de este tema, varios alcaldes han pedido al Gobierno nacional que les defina cuál es el modo de proceder ante los drogadictos a partir del fallo de hace dos meses en el que la Corte Suprema de Justicia, según el cual la cantidad máxima de estupefacientes que podía portar una persona para su propio consumo no puede ser fijada por ley sino que corresponde a su respectivo nivel de adicción. “… Ese fallo desquició aún más el control de los drogadictos… En Bogotá no lo ven así, pero en municipios pequeños vemos a los menores de edad y jóvenes fumando marihuana y metiendo bazuco y otras drogas en los parques, vías públicas y alrededores de los colegios. Llamamos a la Policía pero los uniformados dicen que no los pueden capturar porque portan pequeñas dosis y que lo máximo que pueden hacer es conducirlos a la estación para retirarlos de lugares en donde hay niños, pero nada más”, precisó un alcalde cundinamarqués en diálogo con un periodista deEL NUEVO SIGLO.

 

De reformas a reformas

Un exmagistrado de la Corte Constitucional, a propósito de la serie de artículos que está publicando este Diario respecto a los 25 años de la Carta del 91, dijo que es una especie de “leyenda urbana” la queja de la reformitis a la norma de normas. Según el jurista, que pidió la reserva de su nombre, no se puede evaluar “cuantitativamente” si una Constitución ha sido poco o muy reformada, ya que hay algunos cambios en los textos constitucionales que son “menores” y “mecánicos” pero no la desajustan ni se vuelven “transversales” a todo el “conjunto sistémico” normativo. “… La pregunta correcta es si en las dos décadas y media de la Carta del 91 esta ha sido reformada en sus aspectos más sustanciales y definitorios de su espíritu y coherencia sistémica… Mi respuesta es que la Carta colombiana no ha sido muy reformada y que los grandes cambios de que hablan muchos tratadistas, en realidad no lo son tanto e incluso algunos respondieron más a temas coyunturales que de fondo, como la extradición o la misma reelección presidencial… La de equilibrio de poderes sí tocaba en algo las columnas vertebrales de la arquitectura de la Carta, pero ya sabemos qué no pasó del tamiz de la Corte”, precisó el exmagistrado.