No hay mucha expectativa en los pasillos del Congreso respecto a los proyectos de ley y acto legislativo que deben presentarse en el segundo tramo de la legislatura, que arrancará en marzo 16, días después de los comicios parlamentarios. Es más, lo que sí se ha adelantado es una especie de calendario hipotético respecto a cuándo y cómo se podría votar un eventual referendo por la paz, mediante el cual se someta a consideración de la ciudadanía lo que se pacte con las Farc en la

Parlamentarias sin referendo

Las cuentas son las siguientes: la posibilidad de que antes de la tercera semana de diciembre 20, cuando termina el primer tramo de la  actual legislatura, haya un acuerdo en La Habana es ínfima. En ese orden de ideas, lo único viable sería que a más tardar en enero se pudiera alcanzar el pacto definitivo con la guerrilla. Los cálculos indican que la redacción puntual de cada pregunta que iría en el referendo tardaría varias semanas, lo que implicaría que esta tarea podría terminar a finales de febrero. 

¿Sin extras?

El hipotético calendario que se ha barajado en altas fuentes gubernamentales sostiene que no habría, entonces, necesidad de citar al Congreso a sesiones extraordinarias en febrero y que lo lógico es pensar que el 16 de marzo, cuando arranque el segundo tramo de las sesiones ordinarias, el proyecto que cita al referendo por la paz sea radicado. ¿Cuánto podría tardar el trámite en los cuatro debates en Senado y Cámara? Las cuentas indican que por más consenso parlamentario que se pueda alcanzar, habría que apostar, como mínimo, a dos meses. Esto implicaría, entonces, que el visto bueno al referendo, en el mejor de los casos, no se daría sino promediando mayo, es decir, casi paralelo a la primera vuelta presidencial.

¿Primera vuelta?

Sin embargo, incluso si ese apretado calendario se pudiera cumplir, es muy remota la posibilidad de que en menos de tres semanas (lapso entre la primera y la segunda vueltas presidenciales) la Corte Constitucional pueda culminar el proceso de  revisión de exequibilidad del proyecto de referendo por la paz. Hay que contar el tiempo que implica la asignación del ponente, el respectivo análisis de forma, la petición de concepto a la Procuraduría (y hasta la posibilidad de una audiencia pública)… Luego de ello la proyección de la ponencia y la citación posterior a Sala Plena para tomar una decisión de fondo al respecto. 

¿Tampoco en segunda?

Todo ese proceso en la Corte Constitucional, por más rápido y prioridad que le dé al tema, podría tardar no menos de seis a ocho semanas. Bajo esa tesis, en el Congreso hay senadores y representantes que consideran que pensar que en el primer semestre del próximo año se puede votar el referendo por la paz que se derive de un eventual acuerdo con las Farc, es muy arriesgado. “… Es más, si la Corte vuela con el fallo, habría que darle un tiempo a la Registraduría para la logística electoral y eso no se puede hacer en cuestión de días”, precisó un senador de La U.