Tras el escándalo por la parranda vallenata que el encarcelado excontratista Emilio Tapia, pieza clave del carrusel de la contratación en la capital del país, protagonizó en uno de los patios de máxima seguridad en la cárcel de La Picota y que llevó a la suspensión de dos de los más altos funcionarios del penal, la indignación en el alto gobierno fue de marca mayor, al punto que se instruyó al Ministerio de Justicia a ponerle coto definitivo a la situación. Trascendió que se apretarán las tuercas para el funcionamiento de los patios especiales en las cárceles de máxima seguridad.
Papa caliente
No es la primera vez que en el alto gobierno se analiza cómo hacer para que las cárceles no continúen siendo escenario de escándalos, corrupción e incluso centros de crimen activo, tanto en el interior como en el exterior de los penales. Meses atrás se planteó la posibilidad de liquidar el Inpec y crear una entidad especializada en guardia penitenciaria. La idea no se estudió a fondo, en gran parte porque sería una papa caliente siquiera mencionar el tema cuando el Inpec es quizá la entidad estatal que tiene más sindicatos, muchos de ellos atomizados. Por eso, según conoció EL NUEVO SIGLO, el tema fue metido de inmediato al congelador.
¿A la Policía?
Sin embargo, tras el escándalo de Tapia, que se suma a otros en las últimas semanas sobre fugas, actos de indisciplina de los internos y las denuncias sobre presunta corrupción de la guardia penitenciaria, ayer se volvió a plantear la posibilidad de que el Inpec sea liquidado y que el cuidado y administración de las prisiones pasen a la Policía. Según trascendió en fuentes de esa institución armada, esa propuesta ya se ha contemplado en el pasado pero siempre la condición de la cúpula de la entidad es que el personal que se encargue de la vigilancia y dirección de los penales debe no sólo pertenecer a la Policía, sino que no haya traslado de funcionarios del Inpec a la nueva estructura.
Soldado prevenido…
Un veterano congresista le dijo ayer a un periodista de este diario que dado que empezaron a filtrarse elementos relacionados con el proceso preliminar de paz entre el Gobierno y el Eln, lo mejor es que sea el Gobierno el que le diga al país en qué van estos acercamientos, antes de que sea la oposición la que empiece a revelar datos y generar escenarios que no corresponden a la realidad.
Remember Uribe
“… No es sino recordar lo que pasó con el proceso con las Farc… Santos mantuvo todo en secreto y al final el propio expresidente Uribe fue el que empezó a revelar los contactos y puso contra la pared al Ejecutivo varias semanas, forzando, al final, a la Casa de Nariño a admitir públicamente lo que estaba pasando… Hay que aprender del pasado, y antes que entrar en la tesis del no confirmo ni desmiento, lo mejor es anunciarle al país que sí hay acercamientos, pero que éstos se mantendrán en secreto hasta que haya algo concreto… Conocidos ya los textos de los acuerdos con las Farc, en donde se desmiente lo que advertía el uribismo, no hay que darle otro caballito de batalla con lo del Eln”, precisó el senador, que habló a condición de mantener su nombre en reserva.