Análisis judicial | El Nuevo Siglo
Lunes, 5 de Enero de 2015

El proyecto de reforma al equilibrio de poderes volverá a ser abordado por la Comisión I del Senado en marzo próximo. Desde ya se sabe que las altas Cortes judiciales harán un análisis pormenorizado de la iniciativa antes de que el tema comience su quinto debate y buscarán proyectar un documento conjunto de observaciones con el objetivo de que los congresistas lo tomen como insumo para las discusiones en la segunda y definitiva vuelta. Se sabe que hay no pocos peros entre los magistrados frente a varios de los artículos más importantes de la iniciativa. Los únicos juristas que no se pronunciarían serían los de la Corte Constitucional, para no inhabilitarse cuando la reforma, si es aprobada, llegue a su consideración para el respectivo examen de constitucionalidad.

Foros regionales

El Gobierno apuesta todo a que la reforma sea aprobada entre marzo y junio. El propio ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, aseguró en el último día de las sesiones en diciembre pasado que en julio de este año “se entregará a los colombianos una reforma constitucional seria, ajustada y blindada de cualquier clase de micos como eran los temores de algunos”. Para mejorar el articulado, precisamente, Cristo anunció que se convocarán  tres foros internacionales “de alto nivel” en enero y febrero para, antes de marzo, revisar de nuevo el alcance de la reforma y comenzar la segunda vuelta. Constitucionalistas europeos de primer nivel serán traídos a Bogotá para esos foros, entre ellos varios de los tratadistas insignia franceses e italianos.

No confiarse

Sin embargo, en las toldas de la Unidad Nacional la preocupación mayor no está tanto en cómo enriquecer una iniciativa que ya se considera ha sido madurada y solidificada lo suficiente en una primera vuelta muy trabajada, sino en blindarla frente a los peros y anuncios tempraneros de demandas por presuntos vicios de forma y trámite. Por lo mismo, según lo indicó uno de los senadores que actuó como ponente en la plenaria, “… la prioridad de la Casa de Nariño debe ser cómo evitar que la misma confianza en el poder de las mayorías para sacar avante la iniciativa en cada uno de los debates, termine por llevar a atropellar las formalidades del trámite parlamentario… Ya son varios los ejemplos de cómo las mayorías parlamentarias muchas veces terminan convirtiéndose por exceso de confianza en su principal enemiga, viciando proyectos”.

¿Insistirán?

En el uribismo aún hay quienes consideran que se puede reversar la eliminación definitiva de la reelección en todos los niveles del Estado, pese a que es, sin duda, el artículo clave de la reforma y ha sido votado en los cuatro debates, tanto en Senado como Cámara, mayoritariamente. Para varios parlamentarios del Centro Democrático esa decisión podría variarse o morigerarse si logran convencer a una parte de la bancada conservadora de no eliminar totalmente la reelección. Sin embargo, hechas las cuentas, por más que el uribismo lograra concretar esa alianza, no alcanzarían a sumar los votos suficientes en comisiones Primeras ni en las plenarias para bloquear las decisiones de la Unidad Nacional, el grueso del conservatismo, el Polo, la Alianza Verde y Opción Ciudadana.