¿ACABARLO O REFORMARLO? (I) En la cúpula gremial se están prendiendo las alertas en torno a lo que podría pasar con el ministerio de la Igualdad y la Equidad, sobre todo después de que la Corte Constitucional, semanas atrás, declarara inexequible la ley que lo creó y que fue sancionada a comienzos de 2023. Según trascendió, algunos dirigentes empresariales consideran que el sector privado debería contribuir a este debate, ya que el alto tribunal le dio un plazo de dos años al Gobierno y el Congreso para definir si vuelve a tramitar una norma para corregir el error de fondo que se cometió en el primer trámite (no se adjuntó el estudio de impacto fiscal) o, en su defecto, determina la derogatoria de la creación de la cartera y reordena toda la estructura funcional y de competencia que hoy lo soporta.
¿ACABARLO O REFORMARLO? (II) “… Este es un debate en el que el sector privado, los gremios, el Consejo Gremial, deben participar de manera activa y determinante… El sector institucional de la igualdad y la equidad es transversal no solo a los fines esenciales del Estado sino a la estructura misma del gobierno nacional central, las competencias de los ministerios, agencias, institutos y departamentos administrativos… Reordenar ese sector, ya sea con ministerio o no, es una prioridad que debe llevar a que en esta nueva ocasión el Gobierno no ponga las condiciones unilateralmente, como ocurrió en el segundo semestre de 2022, cuando tenía las mayorías parlamentarias, sino que ahora participen todos los partidos, el sector privado, los gobernadores, alcaldes y demás instancias nacionales”, le dijo a EL NUEVO SIGLO una alta fuente gremial.
¿ACABARLO O REFORMARLO? (III) Agregó que “… años atrás este tema no era tan importante para el sector privado, pero hoy es trascendental… Recuerde que las empresas son hoy por hoy el principal factor dinamizador de la inversión social no pública a través de las acciones de responsabilidad social empresarial… El año pasado se movieron cifras billonarias en esta clase iniciativas que realizan las compañías con las comunidades y sus áreas de influencia… Ya no estamos en las épocas en que las empresas actuaban al estilo filántropo, con algunas donaciones o patrocinios… Ahora, el componente de responsabilidad y programas de impacto social y económico hacen parte de la misión y visión de las organizaciones productivas, con prioridades muy concretas, presupuestos crecientes y metas de impacto y desarrollo socioeconómico claves, sobre todo en comunidades vulnerables, aisladas o con niveles de pobreza o exclusión evidentes”.
¿ACABARLO O REFORMARLO? (IV) Puntualizó el experto que el Consejo Gremial debería de convocar al Gobierno, el Congreso, las autoridades regionales y locales, las organizaciones no gubernamentales, juntas comunales, comunidades organizadas y todas las instancias objetivo del componente de responsabilidad social empresarial a que se abra un “debate serio, despolitizado, técnico y proactivo” respecto a si debe mantenerse el Ministerio, ajustarse la estructura y funcionalidad actual, o procederse a liquidarlo a partir de 2026, con el reto de reordenar todo el aparato estatal alrededor de las metas de igualdad y equidad.