A propósito del Día Mundial del Hábitat, la Universidad Nacional de Colombia resaltó la manera incluyente y comunitaria en la que Sergio Fajardo ha planteado el urbanismo desde lo social para Antioquia.
La Moción de Felicitación fue entregada al exalcalde de Medellín y hoy gobernador de Antioquia, Sergio Fajardo, a propósito de la distinción que recibió este año por parte del Instituto Holandés de Estudios de Vivienda y Desarrollo Urbano.
Entre los argumentos de la alma máter para entregar esta distinción, se encuentra que más de un millón de habitantes en el mundo ocupa espacios inadecuados, según UN-Hábitat, y que en Medellín se ha logrado consolidar, desde la política, formas de emplear la arquitectura social para las comunidades más necesitadas.
Fajardo comentó que “el hábitat es crear esa sociedad donde nos reconocemos en nuestra dignidad y nuestras capacidades. La arquitectura es política en el sentido de que lo que estamos construyendo es una sociedad”. Según el mandatario, el hábitat, más allá de la vivienda, se soluciona atacando las desigualdades sociales, el miedo, la violencia y la fractura ciudadana, creando lugares de encuentro como parques culturales, bibliotecas y espacios para la ciencia, entre otros, sin discriminación alguna, como, según afirma, lo hizo en la Alcaldía de la capital antioqueña entre 2004 y 2007.
En consecuencia, Édgar Arroyo, decano de la Facultad de Arquitectura de la UN en Medellín, resaltó que hablar de hábitat es pensar en la intervención integral del territorio y en actividades complementarias que tienen que ver con mejoramiento, y reconoció que Fajardo logró esto para la ciudad y entendió que el reto del hábitat y la arquitectura está en los sectores más vulnerables.
Por su parte, la directora de la Escuela del Hábitat de la UN (Cehap), Cecilia Inés Moreno, señaló que cerca del 80% de la población mundial está habitando el planeta en condiciones inadecuadas y en muchos lugares la gente está en condiciones de bajísima calidad. Incluso, según la proyección que hay para el 2030, 2.000 millones de personas estarían en condiciones marginalizadas.