Reconciliación con Escocia destaca la reina Isabel | El Nuevo Siglo
Jueves, 25 de Diciembre de 2014

LA reina Isabel II preconizó la reconciliación con Escocia en su tradicional discurso de Navidad, tras un año marcado por el referéndum de independencia que dividió a ciudadanos y familias en esa región del norte de Gran Bretaña.

"En Escocia, tras el referéndum, muchas personas tuvieron una gran desilusión mientras que otras sintieron un gran alivio; tomará tiempo superar esas diferencias", admitió la reina de Inglaterra, de 88 años.

La reina ya había hecho un llamamiento a la unidad del pueblo al día siguiente de la victoria del "no" en el referéndum de septiembre.

"Las ventajas de la reconciliación me quedaron claras cuando visité Belfast (Irlanda del Norte) en junio", explicó Isabel II. Su visita a la antigua cárcel de Crumlin Road Gaol, donde dos dirigentes norirlandeses actuales estuvieron detenidos durante el conflicto con Inglaterra -en los que murieron 3.000 personas en tres décadas-, estará siempre en su mente, según afirmó.

"Lo que era una cárcel durante el conflicto es ahora un lugar de esperanza (...), un recuerdo de lo que es posible cuando la gente se tiende la mano, un poco como la pareja en la escultura", prosiguió, refiriéndose a la estatua "Reconciliación" de Josefina de Vasconcellos.

La reina comenzó su discurso con la descripción de esa obra situada en las ruinas de la catedral de Coventry, que representa a un hombre y una mujer que se abrazan, arrodillados. La artista fue inspirada por la historia de una mujer que atravesó Europa a pie para encontrar a su marido tras la guerra.

"La reconciliación es el final pacífico del conflicto", añadió la reina, evocando las numerosas conmemoraciones en torno a la Primera Guerra Mundial este año, entre ellas las 888.246 amapolas de cerámicas que se dispusieron en el foso de la Torre de Londres para rendir homenaje a los soldados británicos de la Commonwealth que murieron durante la guerra. 

"Traer la reconciliación en las zonas de guerra o de emergencia es una tarea aún más difícil, y me conmovió profundamente este año la abnegación de los trabajadores humanitarios y de los voluntarios médicos que se marcharon al extranjero para ayudar a las víctimas de conflictos o de enfermedades como el ébola, tomando a menudo un gran riesgo personal", declaró la reina. /AFP